El borrador de los presupuestos para el próximo año tendrá que pasar ahora en filtro de Bruselas. La Comisión Europea emitirá a finales de noviembre su dictamen sobre los números remitidos ayer mismo por el Gobierno, que, con independencia del resultado del recorrido que ahora inician, consigue cumplir su compromiso de presentar a tiempo el proyecto presupuestario. El Ejecutivo anticipa que las cuentas no tendrán objeciones comunitarias mientras que el PP confía en ese trámite sea el final del intento del presidente Sánchez de sacar adelante sus cuentas.

Remitir el proyecto presupuestario a Bruselas no es un trámite imprescindible, pero el Ejecutivo de Sánchez cumple con él con el propósito de enviar a las autoridades comunitarias un mensaje de compromiso con la estabilidad presupuestaria, según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Ayer era la fecha límite para que los países de la eurozona envíen sus borradores presupuestarios para ser examinados por la CE, que vigilará el ajuste estructural que debe hacer España y pondrá la lupa sobre las polémicas cuentas italianas.

La Comisión Europea dará a conocer su informe sobre el proyecto presupuestario español probablemente durante la semana que comienza el lunes19 de noviembre, junto con sus dictámenes sobre los borradores enviados por el resto de miembros de la eurozona. Días antes, el jueves 8 de noviembre, el Ejecutivo comunitario presentará sus últimas previsiones macroeconómicas, en las que actualizará sus proyecciones de crecimiento y déficit público del conjunto de la eurozona en general y de cada uno de los socios del euro en particular, según fuentes comunitarias citadas por "Europa Press".

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, mostraba ayer su plena confianza en que el borrador de los presupuestos superará el examen de la Comisión Europea. "Desde el punto de vista del control que tiene que hacer la Comisión en el marco de los acuerdos de disciplina presupuestaria, no va a tener ningún problema", afirmó a "Efe" Borrell a su llegada al Consejo de ministros de Exteriores en Luxemburgo.

Desde la perspectiva del principal grupo de la oposición la perspectiva es otra. El líder de los populares, Pablo Casado, anticipó ya, al conocerse el acuerdo presupuestario del Ejecutivo con Podemos, su confianza en que Bruselas rechace esas previsiones. En la misma línea, el portavoz del PP y vicepresidente primero del Grupo PPE en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, aseguraba ayer que el plan presupuestario para 2019 del Gobierno socialista "sitúa a Pedro Sánchez junto a los gobiernos más populistas de la UE". González Pons advierte de que esas cuentas públicas contienen aspectos preocupantes respecto a la previsión de crecimiento, el control del déficit o la subida de impuestos que "pueden suponer un retroceso en la senda positiva en la que estaba la economía española, como se ha reconocido en la UE".

El PSOE pondrá en marcha en los próximos días una campaña explicativa sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Los socialistas difundirán un borrador que todavía no tienen garantizados los apoyos necesarios para salir adelante. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, reiteraba ayer la intención de los nacionalistas vascos de sumarse a un posible acuerdo presupuestario porque es "momento para arrimar el hombro", algo que "será fácil, gratis no". Para el PNV no sería "ningún drama" una prórroga de los presupuestos actuales, que pactó en su día con Rajoy. "El PSOE y Podemos quieren marcar la impronta con unos presupuestos, pero luego la realidad deja poquísimo margen y lo más parecido que haya un presupuesto de derechas es un presupuesto de izquierdas", afirma Ortuzar.