Andalucía abrirá el 2 de diciembre un largo ciclo electoral en España cuya duración dependerá de la decisión de Pedro Sánchez de convocar o no elecciones generales, pero que puede prolongarse hasta un año. La presidenta de la comunidad, Susana Díaz, anunció ayer lo que resultaba inevitable desde que Ciudadanos le retiró su apoyo hace un mes: los andaluces votarán antes de lo previsto. Díaz justifica el anticipo de unos comicios que, de agotarse la legislatura, caerían en marzo de 2019 por la imposibilidad de aprobar los presupuestos para el próximo año y el interés en evitar que Andalucía se vea envuelta en la espiral electoral que se avecina.

La presidenta andaluza firmó ayer el decreto de convocatoria de comicios anticipados para el 2 de diciembre, después de mantener durante varias semanas la incógnita sobre sus intenciones. Díaz considera que Andalucía "no se merece" una campaña electoral "de entre cinco y seis meses" ni "la inestabilidad que hay en el resto de España".

El objetivo del llamamiento a las urnas, "un acto de responsabilidad", es garantizar "estabilidad, seguridad y certidumbre" con un nuevo Parlamento que se constituirá el 27 de diciembre y que estará operativo mientras el resto de España se prepara para una avalancha de urnas.

La presidenta quiere unos comicios "con acento andaluz" porque "celebrar elecciones en marzo supondría un obstáculo, vista la proximidad de elecciones como las municipales y las europeas". "Estas elecciones son importantes por sí mismas, aunque para otros sea un peldaño para alcanzar otros objetivos", afirmó la presidenta en un velado reproche a Ciudadanos, a cuya prisa por aprovechar su buen momento atribuye la ruptura del pacto que posibilitó su investidura.

Díaz no entró ayer, en el momento del anuncio institucional, a valorar los argumentos de la formación de Albert Rivera para poner fin al acuerdo, aunque sí achacó a la formación naranja que haya "segado la posibilidad" de una nuevas cuentas para la comunidad autónoma.

Los argumentos de Díaz no convencen a la oposición, que atribuye el adelanto de las elecciones al calendario judicial sobre casos de corrupción, por la proximidad de la sentencia de los ERE y otros asuntos. El líder del PP andaluz, Juanma Moreno, considera que Díaz quiere "huir de la corrupción que la tiene cercada". Para los líderes de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, anticipar las elecciones es "una muestra de debilidad". La presidenta andaluza está en "permanente cálculo" para evitar "un descalabro electoral", según Rodríguez, para quien los andaluces "no deben resignarse" a que les gobierne el PSOE ni a que la alternativa sea un gobierno de la derecha.

El líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, aseguraba ayer que la legislatura acabó el día que Díaz "dejó de cumplir su palabra". Marín rechaza que la presidenta culpe a su formación de la "inestabilidad política" con la que justifica el adelanto electoral, aunque reconoce que tras retirarle el apoyo que le dieron en la investidura la llamada a las urnas resultaba inevitable.