El acuerdo entre ERC y Junts per Catalunya (JxC) para solventar la cuestión de los seis diputados suspendidos por el juez Llarena puede acabar en papel mojado y el debate de política general, a iniciar el martes en el Parlament con ese cometido, entre otros, está en el aire. Anoche había dudas de que ERC y JxC puedan sumar la mayoría suficiente para sacar adelante su propia propuesta en el Pleno de la próxima semana.

La razón es que el secretario general de la Cámara, Xavier Muro, advirtió que los seis diputados suspendidos (Carles Puigdemont, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Oriol Junqueras y Jordi Sànchez) no podrán votar en el Pleno. A esos seis sufragios menos se sumaría también el de Toni Comín, huido a Bélgica y que no tiene concedida la delegación de voto.

De esa manera, entre JxC y ERC sumarían solo 59 votos, que, aun contando con los ocho de los "comunes", ya conseguidos, no llegarían a los 68 que señalan la mayoría absoluta.

En principio, JxC y ERC no pueden contar con los cuatro votos de la CUP, ya que los anticapitalistas no están de acuerdo con la fórmula pactada por los dos partidos del Govern para que los seis diputados suspendidos conserven el acta: delegar sus funciones en un compañero de filas, tal como el propio juez Llarena ha sugerido.

La comisión del Estatuto de los Diputados dio ayer luz verde a la propuesta de JxC y ERC de elevar al Pleno la dilucidación del asunto. El acuerdo consta de dos puntos: que la Cámara acuerde "por mayoría absoluta" si suspende o no a los seis diputados; y que, "mientras dure la situación jurídica actual y no se resuelvan los recursos, los derechos parlamentarios" de los seis puedan ser "ejercidos" por un compañero.

Discrepancia

Pero los letrados del Parlament sembraron la duda al dejar sujeto a interpretación si la aprobación de la propuesta deberá ser por mayoría simple o absoluta.

El artículo 25.1 del reglamento, en el que JxC y ERC se han basado, establece la necesidad de mayoría absoluta. Después, en la Junta de Portavoces, y a requerimiento del PSC, el secretario general del Parlament, Xavier Muro, confirmó que los seis suspendidos y Comín no podrán votar.

Y aquí viene la discrepancia: PSC y PPC interpretan que es obligatorio que se aprueben los dos puntos de la propuesta por mayoría absoluta; JxC y ERC creen que el segundo punto sólo exigiría mayoría simple.

Por su parte, Cs anunció la presentación de una querella criminal contra los miembros soberanistas de la Mesa.