La tensión volvió a mascarse ayer en Barcelona, donde en la plaza Sant Jaume y alrededores coincidieron una concentración en defensa del castellano y otra, en favor de la escuela en catalán, contraprogramada por los comités de defensa de la república (CDR) para frustrar la primera.

Un amplio despliegue de los Mossos d'Esquadra impidió los enfrentamientos entre manifestantes de uno y otro signo, pero no sin que antes los convocados por los CDR, en torno a un millar, ocuparan tres cuartas partes de la plaza y consiguieran que la concentración españolista no culminara en el lugar previsto.

Para contrarrestar la marcha convocada por la asociación "Hablamos español" bajo el lema "Contra la imposición lingüística y el adoctrinamiento: Libertad", los CDR convocaron por las redes sociales una manifestación bajo el lema "La escuela en catalán, ahora y siempre".

Entre otros, acudieron los diputados de Junts per Catalunya (JxC) Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, quien, en declaraciones a "Efe", calificó de "provocación" la marcha en defensa del castellano: "La idea es que se debe crear un cordón sanitario contra el fascismo, que se vea que son pocos, que la democracia gana en Cataluña y que estamos en el lado bueno de la historia. Estaremos aquí hasta que veamos que no vienen".

Los manifestantes convocados por "Hablamos español" habían salido de la plaza Universidad al mediodía para dirigirse a Via Laietana y terminar en la plaza Sant Jaume, ante la sede de la Generalitat. Sin embargo, para impedir que lo hicieran, un millar de convocados por los CDR ocuparon la mayor parte de la plaza, ante lo que los organizadores, en medio de un fuerte dispositivo policial, decidieron retirar el sistema de megafonía. Mientras, algunos manifestantes de los CDR, portando banderas independentistas, subían al escenario para gritar consignas en favor de los políticos presos.

Para evitar que hubiera enfrentamientos, los Mossos establecieron cordones de seguridad en los accesos a Santa Jaume desde Vía Laietana. Algunos manifestantes en defensa del castellano, muchos cubiertos en banderas españolas, increparon por ello a los agentes e incluso se registró algún forcejeo con los policías y entre los propios participantes en la convocatoria.

Al habérseles cerrado el acceso a Sant Jaume, los organizadores optaron por que la presidenta de la entidad "Hablamos español", Gloria Lago, leyera el manifiesto en la plaza de Ramon Berenguer el Gran. Pero después volvieron a intentar llegar a la plaza Sant Jaume, pese al cordón policial.

Grupos de manifestantes de uno y otro signo se increparon durante más de tres horas, con varias furgonetas de los Mossos en medio y un gran número de efectivos para separarlos.