Un día de no parar. El nombramiento de María Luisa Carcedo como nueva ministra de Sanidad en sustitución de Carmen Montón obligó ayer a su equipo de Moncloa a trabajar a marchas forzadas ante su inminente toma de posesión, inesperada tan solo 24 horas antes. La rápida sucesión de acontecimientos que rodearon la dimisión de su antecesora han provocado un repentino cambio de planes que sus colaboradores más cercanos aún están asimilando para planificar una agenda buen distinta a partir de hoy.

María Luisa Carcedo, de suyo cautelosa y prudente, quiere tomar tierra en su cartera ministerial antes de hacer declaraciones y análisis sobre su futuro inmediato al frente de Sanidad. Tras haber sido directora regional de Salud Pública y consejera de Medio Ambiente y Urbanismo en el Gobierno asturiano, su designación como ministra de Sanidad supone la culminación de una trayectoria política forjada en los años 70 en unas Juventudes Socialistas que daban sus primeros pasos. "Es una oportunidad para hacer política en grande", manifestó la nueva ministra de Sanidad, que ya había sonado como una de las más sólidas candidatas a formar parte del primer Consejo de Ministros de Pedro Sánchez en junio pasado. Su perfil de potencial ministra acabó valiéndole para su designación como Alta Comisionada del Gobierno para la lucha contra la Pobreza Infantil, un cargo nuevo en el organigrama del Ejecutivo.

María Luisa Carcedo accede a su nuevo puesto tras haber desempeñado el cargo de Alta Comisionada del Gobierno para la lucha contra la Pobreza Infantil desde junio pasado, que tenía su despacho en el complejo de la Moncloa, cerca del presidente Pedro Sánchez, que fue quien habló con ella en la tarde noche del pasado martes para comunicarle que era la elegida para relevar a la dimitida Carmen Montón

Aunque por ahora prefiere ser austera en sus comentarios, a María Luisa Carcedo se la ve ilusionada con su nueva responsabilidad, que asume como "un reto muy importantes, es un gran desafío". En estas primeras horas de toma contacto ha optado por reducir al máximo sus declaraciones y ha evitado entrar en valoraciones sobre la marcha de su predecesora, Carmen Montón. "Me remito a sus palabras", se limitó a decir Carcedo tras ser preguntada por los avatares que han rodeado su designación y la dimisión de Montón.

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, da por hecho que la gestión de Carcedo será continuista con la línea trazada por la ministra valenciana, que en cien días ha impulsado la restauración de la sanidad universal, devolviendo la prestación de la sanidad al colectivo de inmigrantes irregulares y los tratamientos de reproducción a mujeres solas y lesbianas, además de comprometer la compensación del copago farmacéutico a los jubilados.

Carcedo prometerá el cargo en un acto programado para las nueve de la mañana ante el rey, Felipe VI, y luego pasado el mediodía ya asistirá a la sede del Ministerio de Sanidad donde tendrá lugar el traspaso de la cartera, que supondrá en la práctica su toma de posesión.

Peticiones

Aunque el traspaso de la cartera ministerial no tendrá lugar hasta hoy, algunos sindicatos y colectivos de esta área ya han planteado objetivos a la ministra de Sanidad. La oferta pública de empleo para rejuvenecer la plantilla, la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores del sector con horarios que faciliten la conciliación y poner coto a las privatizaciones son algunas de las prioridades planteadas en las últimas.