El presidente Sánchez alteró ayer las previsiones de su Gobierno respecto al Valle de los Caídos al apostar por su transformación en un cementerio civil. El cambio se produce poco después de que el Ejecutivo justificara la exhumación de Franco con el argumento de convertir el lugar en un espacio de reconciliación, en la línea de las recomendaciones realizadas en 2011 por una comisión de expertos.

En Bolivia, Sánchez reconoció que "el Valle no puede ser un lugar que se deba resignificar, no puede ser un lugar de reconciliación. Tiene que ser un lugar de reposo, un cementerio civil para las víctimas de la contienda y el franquismo. Esa es la propuesta y la opinión del Gobierno", señaló en una rueda de prensa con el presidente de Bolivia, Evo Morales.

Sánchez propone además crear una Comisión de la Verdad que acuerde una "versión de país" de lo que ocurrió en la Guerra Civil y la dictadura. "Es absurdo que el Gobierno esté preocupado por un muerto de hace 43 años", contestó al presidente Pablo Casado, líder del PP.