La investigación aprecia "motivación personal encauzada desde el punto de visto religioso" en el ataque de Abdelouahab Taib, el hombre de origen argelino abatido tras entrar con un cuchillo en una comisaría de Cornellá (Barcelona). De las primeras indagaciones se desprende que Taib, como respuesta a la "controversia personal grave" que sufría por sus tendencias homosexuales, optó por buscar una especie de "redención" y quería "morir matando o matarse", según fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. En esa hipótesis resulta clave la declaración de la exmujer del fallecido, quien detalló el estado anímico y psicológico del hombre y afirma que, antes de morir, le envió un mensaje telefónico en que le anunciaba que se iba a ir "Insha'Allah (si Dios quiere), al gran sitio que está arriba". Los investigadores creen que el hombre se refugió en la religión y comenzó a ser más extremo en la práctica del Islam, por lo que con su ataque podría buscar redimirse y morir "con buena fama" a los ojos de los creyentes.

Hasta ahora, no hay constancia de vínculos de Taib con el Dáesh. En su domicilio se encontró un texto manuscrito, que podría ser la última oración que rezó antes de dirigirse a la comisaría de Cornellà armado con un cuchillo. Allí, una mossa disparó contra él después de instarlo hasta diez veces, según un sindicato policial, a que tirase el cuchillo de grandes dimensiones con el que la amenazaba. El asaltante se abalanzó sobre la agente de la recepción con la clara intención de clavarle el cuchillo y, al zafarse ella de la agresión, la siguió por las dependencias policiales. La mossa disparó al asaltante cuatro tiros, tres de los cuales le alcanzaron y provocaron su muerte.

La familia del fallecido cuestiona la actuación policial y su abogado estudia denunciar a los Mossos d'Esquadra por su "falta de diligencia" al repeler el ataque de un hombre armado solo con un cuchillo.