El juez Pablo Llarena ha pedido amparo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en relación con la demanda que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y los demás políticos independentistas huidos a Bélgica han presentado contra él y en la que sostienen que su instrucción del sumario del 1-O vulnera su derecho a un juicio justo.

El magistrado considera, según se informó ayer, que se trata de un "ataque planificado, grosero y fraudulento". Llarena ha sido citado por la justicia belga el próximo 4 de septiembre, pero, en realidad, la citación no ha llegado nunca a sus manos, porque la justicia española la ha devuelto a su remitente sin acusar recibo, alegando que constituye una intromisión en la soberanía del Estado.

A menos de 48 horas de la celebración de los actos del primer aniversario de los atentados del 17-A, medios digitales catalanes informaron ayer de que el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, asistirá a los actos de Barcelona en compañía del Rey y del presidente del Gobierno. Sin embargo, la noticia fue retirada de las webs horas después, aunque un despacho de Europa Press dio por segura su presencia, aunque sin resaltarla. Torra ha expresado en varias ocasiones su intención de boicotear el acto de Barcelona por la presencia del Rey.

Mientras, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, visitó ayer al expresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y al exconsejero de Interior Joaquim Forn en la prisión de Lledoners (Barcelona). La visita de Colau se produjo 24 horas después de la efectuada a Junqueras por el lendakari, Iñigo Urkullu, quien calificó su presencia en la cárcel, que duró dos horas, de "privada" y la atribuyó a una causa "fundamentalmente humanitaria". Urkullu aseguró haber encontrado a Junqueras "muy consciente de la situación" y "sereno a pesar de sus circunstancias, derivadas del encarcelamiento hace ya nueve meses y del proceso judicial" en el que está inmerso.