El Gobierno del Partido Popular denegó el pasado año la venta a Israel de dos partidas de material de defensa -diez cañones para rifles y 17 directores de tiro para carros de combate-, alegando la necesidad de "mantener la paz, la seguridad y la estabilidad regionales". En cambio, sí vendió al Estado hebreo sistemas de vigilancia y observación aérea, material para helicópteros y barcos, y munición de artillería para pruebas por importe de 1,4 millones.