El traslado de dos presos etarras desde la cárcel de Asturias a la vizcaína de Basauri fue acogido ayer de modo dispar por fuerzas políticas y asociaciones de víctimas, mientras el Gobierno siguió lanzando mensajes contradictorios sobre el inicio de la política de acercamiento de presos.

Las críticas más duras llegaron desde el PP, cuya vicesecretaria de Comunicación, Marta González Vázquez, criticó el traslado de Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo, antiguos miembros del "comando Vizcaya", por considerar que es "el rédito" que se paga al PNV por su apoyo en la moción de censura que apartó a Rajoy de La Moncloa y que supone "el primer paso" de una política penitenciaria que implicaría un "trato diferente" a los etarras.

También Cs cargó contra el traslado, que hizo derivar de "las hipotecas" contraídas por el presidente Sánchez con el PNV y EH Bildu a cambio de sus apoyos en la moción de censura.

Diferente fue la reacción de Podemos, cuya secretaria de Feminismos, la diputada Sofía Castañón, respaldó el traslado a Basauri como una forma de "salir del estado de excepcionalidad". También lo fue la de las asociaciones de víctimas. La presidenta de las víctimas vascas (Covite), Consuelo Ordóñez, consideró la medida "absolutamente legal" y "ajustada a derecho", mientras que el consejero de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Miguel Folguera, reconoció que el traslado "cumple con los requisitos establecidos por la ley", si bien anunció que estará "vigilante" ante próximos movimientos.

Desde el Gobierno, la ministra de Política Territorial, Meritxel Batet, calificó de "hecho puntual" el traslado e insistió en que no es un "gesto" hacia el PNV. Batet insistió en que los dos etarras estaban en tercer grado. Sobre otros posibles acercamientos, aseguró que se analizarán "caso por caso", cumpliendo siempre con los requisitos previstos por la ley.

El delegado del Gobierno en Euskadi, Jesús Loza, admitió en cambio la posibilidad de nuevos acercamientos y defendió que la política penitenciaria se adecúe a la situación actual del País Vasco. Loza se preguntó si "es mejor que los presos se mantengan a mil kilómetros de distancia en primer grado" o "apoyar un proceso de reinserción".