La sostenida y creciente avalancha de inmigrantes que recibe España a través del Mediterráneo ha movido al Gobierno a pedir a la Comisión Europea más "ayuda urgente", en cumplimiento de los compromisos alcanzados en las últimas semanas entre la UE y Madrid. El pasado fin de semana fueron rescatados más de 1.400 inmigrantes y refugiados.

La solicitud está siendo examinada por Bruselas, según explicó ayer la portavoz comunitaria de Interior, Natasha Bertaud, quien precisó que la Comisión "está al corriente" de la situación en la ruta del Mediterráneo occidental, situación que, añadió Bertaud, "no es nueva". Fuentes comunitarias indicaron que el presidente Sánchez ha dirigido una carta al de la Comisión, Jean-Claude Juncker, sobre este asunto.

La portavoz recordó que los líderes europeos trataron la cuestión en la cumbre europea del pasado junio y "fueron muy claros" al afirmar "que la UE apoyará a España y a otros países" cuando sea necesario, a la vista del aumento de las llegadas por el Mediterráneo occidental, una vez que las rutas balcánica, a través de Grecia, e italiana, desde Libia, han quedado en buena parte cerradas.

El número de inmigrantes atendidos a pie de playa este año por España hasta el pasado 26 de julio asciende a 22.082 personas, según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. En todo 2017 fueron 24.375 los atendidos, un 132 por ciento más que las 10.490 personas que llegaron por esa vía en el año 2016.

España teme, además, que se reabra la ruta del Atlántico, con salida en países como Mauritania y llegada a las islas Canarias. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, expresó esa inquietud durante una visita girada ayer a Nuakchot, la capital mauritana, en la que llamó a hacer todo lo posible para evitar que las mafias de tráfico de personas vean en las costas del Atlántico una alternativa al progresivo cierre de las rutas del Mediterráneo.

La costa mauritana de Nuadibú se considera "el frente sur" de España, y en la década pasada fue una de las principales rutas de salida de cayucos con destino a Canarias. Esta vía ha quedado prácticamente cerrada en los últimos tres años tras reforzarse la cooperación entre ambos países, cuestión que centró ayer la visita de Grande-Marlaska. España tiene desplegados en la costa mauritana sendos destacamentos de la Policía Nacional y la Guardia Civil y desde 2015 ningún cayuco ha alcanzado la costa de las islas Canarias desde allí.

En este contexto, el presidente del "European Stability Initiative", que diseñó el acuerdo migratorio de la UE con Turquía, ha propuesto que España acoja un centro de clasificación de migrantes en el que se separe a los inmigrantes económicos de los refugiados con potencial derecho a asilo. La iniciativa se haría de acuerdo con Alemania, Francia y Holanda, países que se repartirían con España la acogida de asilados.