El juez José de la Mata ha ampliado la investigación del "caso 3%" a la extinta Convergència (CDC) y a su formación heredera, el PDeCAT, por los delitos de tráfico de influencias, cohecho y blanqueo de capitales. A los neoconvergentes los considera el magistrado de la Audiencia Nacional "meros continuadores" de una trama de corrupción, que se ha prolongado, detalla, durante once años.

Es más, el juez cree que la extinción de CDC y su relevo por el PDeCAT es un simple "cambio de apariencia". Y lo explica: ambos partidos se financiaban de forma encubierta mediante "donaciones" a fundaciones ligadas a CDC (Catdem y Fórum Barcelona), en connivencia con empresarios, alterando todo tipo de concursos públicos con el fin de "dirigir" los mismos hacia empresas que, a su vez, colaboraban con esos donativos al partido.

El PDeCAT denunció ayer que la nueva acusación del juez de la Audiencia Nacional José de la Mata no tiene "base real" y consideró que el magistrado, al extender la investigación al partido, tiene "la única intención de extender una sombra de duda" sobre la formación.

El PDeCAT acogió la imputación con "sorpresa" y, si bien garantizó la colaboración con la justicia, advirtió también, en un comunicado, de que no va a permitir que "la arbitrariedad ensucie el nombre del Partit Demòcrata".

El partido heredero de CDC aseveró que demostrará su inocencia y consideró que la imputación se basa "en apriorismos sin consistencia jurídica, atribuyendo unas intenciones al Partit Demòcrata sin ningún tipo de base real".