El Gobierno no está pensando en un adelanto electoral, pero tampoco en "resistir más allá de lo razonable". La ministra portavoz, Isabel Celaá, salió ayer al paso de las advertencias de dos partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy y que, por distintos motivos, cuestionan la estabilidad del Ejecutivo: el PDeCAT, cuya nueva cúpula, mucho más afín a Puigdemont que la anterior, avisa de que se lo pondrá "más difícil" al PSOE en la Cámara baja, y Podemos, cuyo portavoz en el Senado, Ramón Espinar, denunció que el techo de gasto que propone el Gobierno es un "trágala".

Un rechazo frontal a la nueva senda de déficit lo ha anunciado Pablo Casado, el nuevo líder del PP, partido que ostenta mayoría absoluta en el Senado y puede, por lo tanto, bloquear la flexibilización de los objetivos de estabilidad presupuestaria.

"Nadie está pensando en adelantar elecciones, pero nadie va a resistir más allá de lo razonable. Sería absurdo", contestó Celaá al ser preguntada por el complejo panorama con que se encontraría el Gobierno si el PDeCAT le retirara su apoyo y ni Podemos ni PP avalaran el techo de gasto. No obstante, la portavoz pidió al Govern que no "se arrincone" en la crisis territorial y que responda con reciprocidad a la oferta de diálogo que le hizo Sánchez.

Más tarde, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, dio una visión menos institucional que la de Celaá, cuyas palabras declinó interpretar, porque él no es "el portavoz" del Gobierno: "Nada más importante para un Estado que su integridad territorial. La duración de una legislatura no se puede poner en el platillo de la balanza frente a la pérdida de la integridad territorial de un Estado. Hasta ahí podríamos llegar".

Y es que el presidente de Cs, Albert Rivera, había vaticinado antes un otoño "caliente" al dar por hecho que el soberanismo volverá a las "andadas" y que se convocarán elecciones generales, porque el "invento" del Gobierno de Sánchez se va a ver en una "encrucijada" por ir "de la mano" de los separatistas catalanes.

Podemos: es un "trágala"

De su lado, el portavoz de Podemos en el Senado no desveló si su partido votará a favor de los nuevos objetivos de estabilidad presupuestaria. Pero avanzó que el Gobierno se lo está "poniendo francamente difícil". Para Espinar, "cuando uno no tiene suficiente apoyo, se tiene que sentar a negociar".

El senador de Podemos reprochó al PSOE que no esté planteando "su relación con otras fuerzas con diálogo y humildad".