La elección el domingo de la nueva dirección del PDeCAT, con David Bonvehí como presidente, un hombre mucho más afín a Carles Puigdemont que su predecesora, Marta Pascal, se traducirá en un endurecimiento de las posiciones que mantendrán sus ocho diputados en el Congreso, sin cuyo voto Pedro Sánchez no sería ahora presidente del Gobierno. Los neoconvergentes se lo pondrán "más difícil" al PSOE y al Ejecutivo, resumió la nueva vicepresidenta de la formación, la diputada en el Congreso Míriam Nogueras.

La portavoz del Govern, Elsa Artadi, abundó en la misma idea. Dado que los votos del PDeCAT fueron "cruciales" para que triunfara la moción de censura contra Mariano Rajoy, ahora "se tienen que hacer valer". Y lo mismo y por la misma razón, los de ERC precisó. Hizo una única salvedad: que las posiciones del PDeCAT deben ser "coherentes" con las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno, es decir, que estarán sujetas al grado de entendimiento entre ambos ejecutivos que se dé en cada momento.

Nogueras, asimismo diputada en el Congreso, aclaró la postura de la nueva dirección del partido, que cosechó el rechazo de un tercio de la militancia en el congreso clausurado el domingo: "No es porque tengamos que hacer las cosas diferentes, sino porque ahora nosotros estamos ordenados y nos hacía falta ordenarnos". Y dio una idea de por dónde irá ese orden: las decisiones en el Congreso -que hasta ahora tomaban Carles Campuzano y Jordi Xuclà- las adoptarán en el marco del partido "juntos" y de forma "coordinada", dentro de una estrategia que no detalló.

Lo que sí garantizó Nogueras es el rechazo a la oferta del Gobierno de Sánchez de un nuevo Estatut: "Ya tenemos uno y no lo votamos nosotros". Y añadió en el mismo tono: "Tanto da quien gobierne en Madrid, porque no nos regalarán nada".

En cambio, el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, lamentó la "radicalización" del PDeCAT tras su congreso y pidió a la nueva dirección que no sea "irresponsable" y no abandone la vía del "diálogo" y la "distensión" con Sánchez.

Las mismas ideas que expuso la vicepresidenta del Gobierno. Carmen Calvo recomendó a Nogueras y a Bonvehí que no se "escoren hacia espacios que son imposibles", aunque "son soberanos de escoger con su militancia lo que consideren oportuno".

El voto del PDeCAT a favor de Sánchez fue obra de la entonces coordinadora general, Marta Pascal, que dimitió el viernes con el argumento de que "no puede ser que no tenga la confianza de Puigdemont".