El Govern catalán reclamó ayer al ministerio de Hacienda que relaje el objetivo de reducción del déficit público de las comunidades autónomas para 2019 del 0,1 al 0,4 por ciento y que levante el control reforzado que existe desde 2015 sobre los pagos que recibe Cataluña del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

El vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, planteó ambas exigencias a a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la reunión que mantuvieron ayer en Madrid.

La cita en Hacienda estuvo precedida del encuentro de Aragonés con la vicepresidenta Carmen Calvo, reunión orientada a prolongar los efectos de la entrevista del lunes en la Moncloa entre Quim Torra y Pedro Sánchez. La voluntad de diálogo se materializó en acordar los nombres de los participantes en la comisión bilateral Estado-Cataluña.

Calvo insistió en enmarcar estos encuentros en la normalidad de las relaciones entre el Gobierno central y los autonómicos. "Y, en el caso de Cataluña, por la crisis que hemos vivido, necesitamos llevar al diálogo y a la política lo que tiene que ser normal en los problemas de Cataluña en el contexto del Estado español", afirmó la "número dos" del Ejecutivo.

La comisión bilateral tiene muchos asuntos que tratar como "incumplimientos del Estado", además de otros relacionados con competencias, transferencias, inversiones o los recursos que el anterior Gobierno interpuso ante el Tribunal Constitucional contra leyes catalanas, manifestó Aragonés.

Escéptico

El vicepresidente de la Generalitat aseguró que de la reunión con Calvo salía con "un 90 por ciento de escepticismo y un 10 por ciento de optimismo" respecto a sus resultados. Pere Aragonés defendió que el Gobierno central mejore la financiación de los Mossos, "con los que tiene pendiente una deuda muy importante de 700 millones".