La ganadora de las primarias del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, aceptó ayer el debate que le había propuesto celebrar pocas horas antes el segundo clasificado, Pablo Casado, en una entrevista en un diario de tirada nacional. La exvicepresidenta del Gobierno recogió el guante que le arrojó su rival, pero no se privó de advertirle que es preferible el "diálogo sincero para el acuerdo, para unir y para construir".

Sáenz de Santamaría ya recordó el sábado a Casado que "está en el ADN del PP que mande la lista más votada", después de que aquél rechazara pactar una lista única al congreso de la semana que viene en la que iría propuesto como secretario general.

La ex "número dos" del Gobierno respondió a Casado que los debates son para "confrontaciones ideológicas con adversarios" y en el PP, insistió, hay que plantear el debate como un "diálogo para el acuerdo". No obstante, avanzó que debatir no le supone "ningún problema" y presumió de está acostumbrada a hacerlo en el Congreso y, además, "con quienes van a ser nuestros adversarios en unas elecciones". Y citó a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera.

Horas más tarde, la candidatura de Casado presentó formalmente una solicitud para que el comité organizador del congreso convoque un debate entre los dos aspirantes a la presidencia del PP. Casado es de la opinión de que en las actuales circunstancias es necesario "un debate de ideas" y no evita las críticas a la etapa de Santamaría en el Gobierno.