La campaña previa a las elecciones internas del PP entra en sus dos últimos días y empiezan a definirse los apoyos de algunos de los "barones". Juanma Moreno, que encabeza la mayor organización territorial del PP, aunque el porcentaje de militantes movilizados de cara a la votación directa del jueves es muy bajo, manifestó ayer su respaldo abierto a Soraya Sáenz de Santamaría. En un paso por las urnas del que solo saldrán dos candidatos, Pablo Casado es la mayor amenaza para la continuidad en la carrera de la sucesión de Mariano Rajoy tanto para la exvicepresidenta como para Dolores de Cospedal. La todavía secretaria general reprochó ayer a Casado sus vínculos con el expresidente Aznar, convertido en una "bestia negra" por sus críticas al partido y por su ofrecimiento para reunificar el centroderecha, fragmentado ahora entre PP y Ciudadanos. Dolores de Cospedal sostiene en cambio que "el PP tiene entidad suficiente como para ser el centroderecha español" e identifica a Casado con Aznar cuando afirma que "hay candidaturas que están próximas al anterior presidente del partido. Parece ser la de Pablo Casado porque así lo traslada él mismo en muchos de los actos". "Pero eso no es bueno ni malo, es un apoyo más de una persona que ha sido presidente de nuestro partido", añadió la exministra de Defensa. Casado le replicó en Toledo, en el corazón del feudo político de Cospedal, que "difícilmente puede aspirar a liderar un partido político alguien que reniega del pasado de la organización" y también "de su propio pasado al haber pertenecido a los gobiernos de los que está hablando".

Cospedal niega además los valores de regeneración que exhibe Casado. "La edad por sí sola no supone regeneración", afirmaba en una entrevista radiofónica, señalando además el inconveniente de que "también se tiene menos experiencia y menos conocimiento de cómo gestionar un partido político, cómo se ganan elecciones o cómo se gobierna".

El andaluz Juanma Moreno quiso ayer dejar constancia de que el jueves su voto será favorable a Sáenz de Santamaría, como referencia para los 11.658 inscritos en su comunidad para votar, algo menos del 7 por ciento de los cerca de 170.000 militantes que la organización tiene según el muy cuestionado censo oficial. Era un apoyo previsible, después de que Cospedal se opusiera a que Moreno accediese al liderazgo de los populares andaluces.

El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, se inclina por la exministra de Defensa María Dolores de Cospedal, quien también cuenta con el respaldo del presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido. El voto directo de los militantes atenúa de forma considerable el efecto de las directrices de los "barones" territoriales e incluso puede resultar contraproducente en organizaciones territoriales con malestar de la militancia. El voto no controlado puede situarse entre el 30 o 40 por ciento, lo que abre un escenario incierto, según fuentes populares citadas ayer por Europa Press.

El resultado del jueves suscita además las dudas sobre el comportamiento de los compromisarios que en el congreso del 20 y 21 de julio deberán elegir entre uno de los dos candidatos preseleccionados por el voto directo de la militancia. Entre los dirigentes del partido empieza a calar la idea de que el resultado del cónclave debe ser coincidente con el de las urnas de la militancia.