Al menos 769 inmigrantes que iban a bordo de una veintena de pateras fueron rescatados ayer cuando intentaban alcanzar la costa española tanto en el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán como en Canarias.

La llegada masiva de ayer se produce mientras continúa la crisis en el Mediterráneo central, donde Italia y Malta, los países más próximos, se niegan a abrir sus puertos a dos barcos con 340 inmigrantes rescatados frente a las costas de Libia: un buque de la ONG alemana Mission Lifeline, de bandera holandesa, que transporta a 230 personas y está próximo a Malta, y el mercante "Alexander Maersk", de bandera danesa, que lleva otros 113 y se encuentra cerca de Pozzallo, Sicilia.

El portavoz de Mission Lifeline, Axel Steier, explicó a "Efe" que la situación a bordo es de calma, "no hay ningún herido grave" y entre los migrantes hay al menos cuatro niños que van acompañados de sus familias. Indicó que sólo disponen de provisiones hasta el lunes, aunque las ONG Sea-Eye y Sea-Watch van a mandar próximamente un barco con suministros.

Las operaciones de socorro en el Estrecho de Gibraltar comenzaron a primeras horas de la madrugada. Se llegó a rescatar a 298 personas que iban a bordo de 17 pateras. La mayoría de los auxiliados fueron trasladados al puerto gaditano de Tarifa, aunque algunas pateras fueron llevadas hasta el de Barbate. Entre los inmigrantes, hay un número elevado de menores, mujeres y algunos bebés.

Un cayuco

Mientras tanto, en el mar de Alborán fueron rescatados 342 inmigrantes en siete pateras.

Además, 129 inmigrantes que iban rumbo a Gran Canaria recibieron el socorro de los efectivos de Salvamento Marítimo tras haber pedido auxilio por teléfono de madrugada cuando se encontraban cerca de la isla a bordo de un cayuco, según informó la agencia "Efe".

Entre los ocupantes de la embarcación, todos de origen subsahariano, viajaban dos mujeres y algunos posibles menores de edad, aunque en principio no hay noticias de que alguno de ellos presentara problemas de salud destacados.