El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, cumplió su palabra y asistió anoche en Tarragona a la inauguración de los XVIII Juegos Mediterráneos, aunque no recibió al Rey cuando este llegó al Nou Estadi, poco antes de las 21.00 horas -solo lo hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez-, sino que se acercó al monarca después, le saludó y le hizo entrega de un libro con fotos de las cargas policiales el día del referéndum ilegal del 1 de octubre, así como de los informes elaborados por el Síndic de Greuges, el defensor del pueblo de Cataluña, sobre lo acontecido en esa jornada, según informaron a "Efe" fuentes de la Generalitat.

Dos horas antes de la inauguración de los Juegos, Torra se sumó a una protesta contra la visita real organizada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. La concentración comenzó hacia las 18.30, aunque Torra se incorporó a ella después, entre aplausos de los presentes y gritos de "Presidente" y "Ni un paso atrás".

Torra tomó brevemente la palabra para justificar su decisión de acudir a la inauguración de los Juegos Mediterráneos, anunciada al mediodía después de amagar durantedías con el plante. "Es sencillo: estoy en vuestra casa, estoy en mi casa, estoy en Tarragona, estoy en Cataluña", dijo Torra, que aprovechó para reivindicar a Carles Puigdemont: "No echarán a ningún presidente de Cataluña de su país". Como había repetido por la mañana, el president explicó que ha intentado que el Rey "escuchara" su petición de rectificación por el discurso que pronunció el 3 de octubre del año pasado, pero Felipe VI no ha "pedido perdón a los heridos" por las cargas del 1-O, se quejó.

Torra repitió su promesa de que, de ahora en adelante, "ningún miembro del Govern asistirá a actos que convoque el monarca español", mientras que la Generalitat "no invitará al monarca español a ningún acto que organice el Gobierno de Cataluña. Y dos horas más tarde, Torra optó por desairar al monarca y no recibirle a su llegada al estadio del Nàstic. Pero después se le acercó, según informaron fuentes presentes en el acto, y le regaló un ejemplar del libro del fotoperiodista Jordi Borrás "Días que durarán años".

A continuación, el el monarca accedió al palco del estadio, seguido de cerca por Sánchez y a una cierta distancia por Torra. Una vez allí, el jefe del Ejecutivo se situó justo a la izquierda del Rey, por lo que Sánchez fue la única persona que separaba al Rey del presidente de la Generalitat. De pie escucharon todos el himno nacional, recibido con aplausos mayoritarios frente a los pitos que también pudieron escucharse.