Tres días después de su desembarco en el puerto de Valencia y tras haber puesto a salvo más de 600 vidas, el buque humanitario "Aquarius" ha zarpado este miércoles, a las 14.30 horas, a aguas del Mediterráneo central, después de que el "Dattilo" y el "Orione" hicieran lo propio a primera hora de la mañana, a las 8.00 horas.

En su pulso con la política ultraderechista del gobierno italiano de Matteo Salvini, el "Aquarius" volverá a la zona de búsqueda y rescate en las aguas internacionales entre Libia y Sicilia. Para esta travesía (de al menos tres días) Médicos Sin Fronteras de España (MSF) ha embarcado en el buque humanitario de la ONG SOS Méditerranée algo más de 400 kits (con ropa, mantas, toallas, agua, zumo y barras energéticas) para las primeras atenciones de futuros rescates en alta mar.

Y es que siguen siendo diarias las pateras que huyen al Mediterráneo y que pasan días en el agua hasta que son rescatados, mientras el Ejecutivo del Movimiento Cinco Estrellas y la Liga mantiene echado el cerrojo a buques humanitarios, justificándose en que "fomentan la inmigración ilegal".

"En estos días en los que nos vimos obligados a abandonar la costa libia, han sido muchos los rescates ejercidos por nuestros compañeros, pero ninguno de ellos pudo desembarca en Italia", ha indicado Nicola Stalla, coordinador de rastreo y rescate del "Aquarius".

"Los políticos no están tomando la responsabilidad que les corresponde. Y lo primero es la gente. Como organización humana, tenemos que centrarnos en nuestras responsabilidades, por eso tenemos que volver a la costa libia. Hay que dar dignidad, rescate y seguridad a todos esos seres humanos", ha añadido Aloys Vimard, coordinador de MSF en el Aquarius. "Ahora mismo tendríamos que estar en alta mar, pero fuimos forzados a venir a España", ha lamentado.

Y, de nuevo, Vimard ha reiterado la determinación de todo el equipo de que Valencia no vuelva a convertirse en puerto de acogida. "Nuestra obligación es llevarles a puerto cercano y Valencia está demasiado lejos. Es algo que nunca se debería repetir", ha indicado. Por lo que en su próximo rescate se encargarán de llamar a las autoridades portuarias correspondientes para que "cumplan con la legalidad y sean capaces de garantizar el puerto más cercano y seguro para las personas rescatadas".

La treintena de personas que conforma el equipo de MSF y de Sos Mediterranée subió al buque humanitario para continuar rescatando vidas, no sin antes fundirse en abrazos y muestras de cariño con los compañeros de MSF que quedaban en tierra. El grupo de periodistas que esperaban la salida del buque pudo, además, acoger las palabras de agradecimiento de una emocionada Aoife, enfermera del Aquarius: "Gracias por la acogida que hemos tenido en España".

Y, así, el buque que llegó el domingo a Valencia para que más de 600 vidas estuvieran a salvo, ha soltado hoy amarras, a las 14.30, con banderas de Gibraltar y de España (que quitarán conforme salgan de aguas españolas), alejándose del muelle mientras las 32 personas que conforman el equipo se despedían desde la cubierta del puerto que hace ya tres días les abrió las puertas.