"Aquarius", el final de la pesadilla
- Los 630 migrantes, de 31 nacionalidades, tardan siete horas en desembarcar en Valencia - 200 son atendidos en centros sanitarios - Tendrán un permiso de estancia de 45 días
agencias
La pesadilla de los inmigrantes que viajaban a bordo del "Aquarius" y su flotilla terminó ayer por la mañana en el puerto de Valencia tras una travesía de unos 1.500 kilómetros. Allí se instaló el dispositivo de la operación "Esperanza del Mediterráneo": acogida sanitaria, lingüística y jurídica a cargo de 2.320 personas y escrutada para el mundo por más de 700 periodistas de 140 medios nacionales y extranjeros. Un varón sursudanés de 29 años fue el primero en ser identificado por la Policía y examinado por los servicios médicos.
Detrás de él llegaron otras 629 personas, de 31 nacionalidades, en su mayoría africanas. Unas 200 fueron derivadas a establecimientos sanitarios para ser examinadas y curadas de sus heridas y dolencias. De ellas, 144 fueron dirigidas a centros hospitalarios, aunque sólo 5 o 6 requirieron su ingreso, por padecer heridas cortantes, diabetes o descompensación.
En total pisaron el muelle 450 varones, 80 mujeres, siete de ellas embarazadas, y un centenar de menores que hace diez días fueron salvados de las aguas por el "Aquarius" y, a las pocas horas, se encontraron con que Italia les vedaba el acceso a sus puertos, dejándolos en un limbo del que les sacó la oferta española de acogida.
Ahora, podrán decidir si se quedan en España, donde gozarán de un permiso especial de 45 días, 15 más de lo habitual. Concluido este deberán, según su situación, pedir asilo, legalizar su residencia o bien acogerse a la posibilidad de solicitar el asilo en Francia que les ofrece el Gobierno de París.
Personal sanitario
El desembarco comenzó a las seis y media de la mañana con la llegada de los 274 ocupantes de la patrullera de la guardia costera italiana "Dattilo". Fueron separados por grupos (varones, mujeres y menores), examinados a bordo por personal médico y remitidos a centros sanitarios cuando fue preciso (enfermos y embarazadas).
Al bajar al muelle, cada inmigrante fue acompañado a uno de los dos "circuitos" establecidos. Un "circuito verde" que llevaba a las personas saludables directamente a una entrevista con la Policía, que tras tomarles los datos los encaminaba a un autobús con rumbo a un albergue provisional.
El "circuito rojo" se reservó a los niños, las mujeres embarazadas y los adultos necesitados de asistencia sanitaria en el lugar o que requerían ser derivados a un centro sanitario. De allí, una vez estabilizados, fueron al refugio.
Fuentes de Cruz Roja indicaron que el estado general de los inmigrantes es "bueno", y lo consideraron "aceptable" para unas personas que han pasado nueve días hacinados en embarcaciones. Con todo, el personal médico detectó más enfermos de los que esperaba, lo cual retrasó bastante el proceso. La mayor parte de las patologías son leves y consisten en escoriaciones y quemaduras por contacto con fuel en el mar. Cruz Roja resaltó que los rescatados llegaron "animados, sonrientes y tranquilos", aunque "cansados".
Cuatro horas después, hacia las diez y media, llegó el "Aquarius", con 106 inmigrantes a bordo. En él viajaban las personas más vulnerables: seis mujeres embarazadas, una decena de niños y una veintena de personas con quemaduras, cuya arribada al muelle valenciano fue celebrada con cánticos, saludos y aplausos. Por fin, cuando ya se rondaba la una de la tarde, atracó el buque de la Marina italiana "Orione", con su pasaje de 250 personas (228 hombres y 22 menores no acompañados). Se cerraba la operación y se abría un nuevo capítulo en sus vidas.
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