El expresidente balear y ex ministro Jaume Matas ingresó hacia la una de la tarde de ayer, de forma voluntaria, en la cárcel de Aranjuez (Madrid), informaron fuentes penitenciarias. Matas, condenado a tres años y ocho meses de cárcel por el Supremo por el "caso Nóos", estaba citado entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde en la Audiencia de Palma para recoger el mandamiento de prisión.

Sin embargo, según explicó su abogado, decidió dirigirse directamente a la cárcel de Aranjuez, situada en el sur de la Comunidad de Madrid, en vez de pasar por la Audiencia de Palma, como hicieron Iñaki Urdangarín y el exsocio de éste Diego Torres.

El Tribunal Supremo condenó el pasado martes a Matas por un delito continuado de prevaricación en concurso con un delito continuado de falsedad y malversación de caudales públicos con las atenuantes de confesión y reparación del daño.

Segunda en firme

Esta es la segunda condena firme de prisión contra el que fuera presidente balear y ministro de Medio Ambiente, que ya cumplió una pena de nueve meses en la cárcel de Segovia por tráfico de influencias en 2015.

Así, pasará a la historia como el responsable político de mayor rango encarcelado por corrupción en una región en la que no le han faltado competidores. De hecho, sólo después de ser juzgado seis veces, el pasado noviembre, admitió ante un tribunal que había cometido un delito.

Matas ya había sido condenado en firme a pagar 9.000 euros por un cohecho en favor de su esposa y a 8 años de inhabilitación para cargo público por prevaricar en la contratación de los arquitectos del Palma Arena.

Pesan sobre él además siete años de inhabilitación por prevaricar al encargar al arquitecto Santiago Calatrava el diseño de un palacio de la ópera, en una sentencia donde se le impuso el pago de una responsabilidad civil de 1,2 millones de euros, que fue lo que cobró el famoso arquitecto por su trabajo.