Mariano Rajoy soltará en julio las riendas del PP, pero no deja "sucesores ni delfines", y no piensa señalar a nadie para que le releve ni ejercer ninguna tutela. Eso sí, pide que quien asuma la presidencia integre a sus rivales para que el PP esté "más unido que hoy". Y hace una última recomendación a sus compañeros: que recuerden "cada día" al Gobierno de Pedro Sánchez que "carece del aval de los españoles": "Eso no se puede olvidar".

El presidente del PP pidió a los suyos que sigan defendiendo la "independencia" de su partido para decidir su futuro, porque "nadie de fuera tiene derecho a dictarle al PP lo que debe hacer ni quién debe ser" el líder de la formación política, y señaló que su "última decisión" fue la de irse, dejar la Presidencia del PP. "Por lo tanto no debo tomar más decisiones sobre el futuro de su partido".

Con estos consejos y peticiones de Rajoy, la junta directiva nacional del PP arrancó ayer la carrera sucesoria. Pero las incógnitas siguen abiertas. Ni el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ni la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, ni la secretaria general, Dolores de Cospedal, desvelaron sus intenciones, aunque la segunda dio a entender que ya ha tomado una decisión.

El expresidente de Baleares José Ramón Bauzá no descartó presentarse, pero, sobre todo, insistió en que el partido refuerce su vertiente "liberal", que fue, a su juicio, la que sirvió para gestar los mayores "éxitos" del PP.

En su último discurso como presidente del partido en una junta directiva nacional, Rajoy pidió a los suyos un proceso sucesorio "constructivo" y un debate de altura entre quienes aspiren a relevarle. Él no piensa señalar a nadie "con el dedo". Cree que cometería una "enorme injusticia" si lo hiciera. "No podría hacer distingos entre unos y otros porque en todos he encontrado una lealtad inquebrantable más allá de lo que podía esperar", dijo.

Y en caso de que haya varios candidatos -algo que él dice no saber- recomendó que quien venza en el congreso del 20 y 21 de julio cuente con los que hayan sido sus rivales, en la creencia de que necesitará las "manos", la "experiencia" y la "energía" de "todos" para recuperar ayuntamientos, autonomías y la Moncloa. Deseó, así, que si hay liza los aspirantes se midan sus "méritos", no sus "afectos".

Y dirigió un mensaje a aquellos que quieran influir en el proceso sucesorio desde fuera, en alusión al expresidente del Gobierno y del partido José María Aznar, que días atrás se ofreció para ayudar a "reconstruir" el centro-derecha, que ve "desarticulado". "Nadie de fuera tiene derecho a dictarle al PP lo que debe hacer ni quién debe ser", dijo.

En cuanto a los posibles aspirantes y, en concreto, al que más suena, el presidente gallego habló de "respetar los tiempos" que ha marcado el partido para presentar las candidaturas. Núñez Feijóo dijo que "no pasa nada" porque haya varios candidatos, siempre que quien gane después "sume" y haga que el PP se "multiplique". Sáenz de Santamaría, de su lado, pidió actuar con "mucha responsabilidad y mucho compromiso".