El Gobierno anunciado ayer por el socialista Pedro Sánchez no es paritario. Es, según datos de la ONU, el Ejecutivo con más mujeres del mundo: once para diecisiete carteras. El nuevo presidente arrebata la marca a Bulgaria, cuyo gabinete cuenta con un 52,9% de presencia femenina, porcentaje que contrasta con el 64,7% del español. Además, la presencia de las mujeres se concentra en áreas clave, ya que incluye la vicepresidencia (Carmen Calvo, que llevará Igualdad, Presidencia y Relaciones con las Cortes) y varios de los llamados ministerios de Estado: Defensa (Margarita Robles), Justicia (Dolores Delgado), Economía (Nadia Calviño) y Hacienda (María Jesús Montero), mientras que son hombres quienes llevarán Asuntos Exteriores (Josep Borrell, encargado explícitamente de las relaciones con la UE) e Interior (Fernando Grande-Marlaska). Súmense carteras de tradicional calado, pese a estar mermadas sus competencias, como Sanidad (Carmen Montón) y Educación y Formación Profesional (Isabel Celaá, que aúna esta función con la de portavoz del Gobierno). Y añádanse carteras de gran proyección para las intenciones del actual gabinete como Administraciones Territoriales (Meritxell Batet, destinada a lidiar el toro catalán), Transición Ecológica (Teresa Ribera), Trabajo y Seguridad Social (Magdalena Valerio, que se las verá con las pensiones, la reforma laboral y el diálogo social).
Sánchez, que hace días prometió un gabinete corto, al final tendrá un Gobierno con cuatro carteras más que el de Rajoy. Es así porque ha recuperado Igualdad y también Cultura -la sorpresa de Màxim Huerta fue la última en despejarse, junto al aterrizaje de Robles en Defensa-, además de desgajar Industria (Reyes Maroto) de Fomento. Otra segregación es la de la Universidades, que se integra con Ciencia e Innovación en una cartera que será desempeñada por el fichaje que representó el bombazo del día, Pedro Duque, el primer astronauta español.
En conjunto, el 55.º gobierno de la democracia, bajo la batuta del séptimo presidente desde 1977, es intergeneracional -de los 42 años de Carmen Montón a los 71 de Josep Borrell- y está compuesto por socialistas e independientes de amplia experiencia en sus respectivos campos y perfil moderado. Una de sus bazas más poderosas es la presencia en Economía de la coruñesa Nadia Calviño, hasta hoy directora general de Presupuestos de la Comisión Europea. Una llamada a la tranquilidad de los mercados, que parecen haber recogido el guante, y una profesión de europeísmo.
En su presentación del Ejecutivo, tras haber comunicado la lista a Felipe VI en la Zarzuela, Sánchez hizo hincapié en que sus desafíos son los que ya anunció en la mociópn de censura: modernización económica, consolidación del crecimiento, lucha contra la desigualdad, regeneración democrática -en particular, lucha contra la corrupción, donde cobra todo el sentido la presencia de Ábalos en Fomento- y fortalecimiento del proyecto nacional (léase, abordaje político de la crisis catalana). Todo ello en un marco de activa presencia en la Unión Europara ayudar a sacarla de su actual crisis, con seguridad la más dura que ha vivido desde su fundación. La lucha contra la desigualdad -que se plasmará pronto en varias iniciativas, según fuentes próximas al Ejecutivo- se simboliza en la creación de un Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, dependiente directamente de la Presidencia del Gobierno.
Sánchez sabe que cuenta con poco tiempo para cumplir estos objetivos -en torno a año y medio- y que sus 84 diputados tendrán una oposición cerrada en el Congreso. De ahí que también haya mimado la representación territorial, con especial atención a Cataluña, el País Vasco, Andalucía y el País Valenciano. Hoy, tomas de posesión. Mañana, primer "Consejo de Ministras".
