Nadia Calviño, ministra de Economía del nuevo gobierno español del socialista Pedro Sánchez, muestra un perfil marcadamente tecnócrata, que busca seducir a la Unión Europea (UE) y sus mercados.

En una primera señal de que su currículum genera tranquilidad, tanto Bruselas como personalidades del mundo económico saludaron la entrada al Ejecutivo español de la actual directora general de Presupuestos en la Comisión Europea.

Ana Patricia Botín, presidente del primer banco por capitalización de la zona euro, el Santander, escribió en Twitter: "Es una garantía de que España seguirá aumentando su peso en las instituciones europeas".

El exjefe de la diplomacia europea Javier Solana elogió la "energía y seriedad" de Calviño, mientras que Olivier Bailly, director del gabinete del comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, la calificó de "firme defensora del proyecto europeo".

Sin experiencia política, ocupó altos cargos en Bruselas desde 2006, primero en la dirección general de competencia de la Comisión Europea, luego en la de mercado interno, siempre bajo presidencias conservadoras, las de José Manuel Barroso y Jean-Claude Juncker.

Calificada de "socioliberal" y "políticamente neutral" por el diario "El País," ocupó puestos técnicos en el ministerio de Economía durante los gobiernos del socialistas José Luis Rodriguez Zapatero y del conservador José Maria Aznar.

Con esta mujer nacida en A Coruña, hija del que fue , diplomada en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, Pedro Sánchez, quiere enviar una señal de estabilidad, puesto que con 84 socialistas en la Cámara baja sobre 350 escaños, su gobierno será el más minoritario desde la vuelta de la democracia a España hace poco más de cuatro décadas.

Sánchez prometió que su gobierno "va a tener como principal prioridad cumplir con los compromisos europeos, garantizar la estabilidad presupuestaria, la estabilidad macroeconómica y cumplir con el acuerdo de esta Cámara, es decir, ejecutar los Presupuestos Generales del Estado para 2018", confeccionados por el anterior Ejecutivo conservador.

Calviño tendrá que velar por el cumplimiento del compromiso con Bruselas de bajar el déficit público este año a 2,2% del PIB, luego de que en 2017 Madrid respetara por primera vez su objetivo de reducción sin renegociarlo a lo largo del año, a un 3,07%.

Su perfil técnico, europeo y poco político se asemeja al de sus predecesores, el efímero Román Escolano -solo tres meses en el cargo- y Luis de Guindos (diciembre 2011-marzo 2018), artífice de la cura de austeridad implementada por el gobierno conservador de Mariano Rajoy. A finales de 1990, trabajó para De Guindos, antes de que este entrara en política.