Suspense hasta el último minuto: Pedro Sánchez dejó para el final desvelar la identidad de su ministro de Cultura y Deportes. Quizá para evitar que la mediática identidad del elegido eclipsara al resto de nombramientos: Màxim Huerta, periodista de larga trayectoria, presentador hasta hace tres años en el programa de Ana Rosa Quintana y novelista de éxito con presencia entusiasta en las redes sociales. Precisamente fue en el gran patio virtual donde se acogió la noticia con asombro por lo audaz de la propuesta. Hubo colisión de opiniones: admiradores y colegas cerrando filas, detractores echando pestes o lanzando andanadas de memes y zascas tirando de "tuitoteca" para recordar que Huerta no es precisamente un amante del deporte (de fútbol reconocía que "no tengo ni puta idea") y que es un enemigo declarado de las corridas de toros como tenaz defensor de los derechos de los animales que es.

Premio Primavera de Novela en 2014, Huerta tiene ya una amplia carrera como escritor iniciada en 2009, con títulos como "Que sea la última vez", "El susurro de la caracola", "La noche soñada" "Una tienda en París", "No me dejes" o "Firmamento", su última obra y la que está promocionando desde hace semanas por todo el mapa librero, un sector que conoce bien y que ayer acogió con cierta expectación su llegada. Su apuesta por su vocación literaria le llevó a abandonar en 2015 el programa de Ana Rosa Quintana tras 16 años en Mediaset: "Ha llegado la hora de navegar a un nuevo puerto. Después de 11 años, me despido de @elprogramadear", publicó en Twitter.

Nacido en Utiel, Valencia, en 1971, Huerta se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad CEU San Pablo de Valencia, ciudad en la que dio sus primeros pasos en radio y prensa local. En 1997 pasó al canal autonómico de televisión Canal 9. A los tres años le fichó Telecinco y 2005, tras mostrar gran soltura y personalidad en informativos, dio el gran salto al magazine matinal "El Programa de AR" como copresentador, alternando los contenidos más frívolos con los más serios, el rosa con el negro.

Enamorado de París y la cultura francesa, cordial sin desmayo con los lectores que le abren sus libros para la dedicatoria pertinaz, voraz lector desde niño y admirador confeso de Ana María Matute ("Paraíso inhabitado" es uno de sus libros de cabecera), Màxim Huerta dedicaba ayer su tuit fijado a la gran escritora con una fotografía de ambos: "La cultura nos hace más libres. Y más felices. Hoy me acuerdo de ti, maestra". El frenesí de la promoción concluyó con un golpe de efecto digno de "House of cards". Sánchez pone al frente de Cultura a alguien que, como ha dejado por escrito, piensa que "los verdaderos insumisos" son "la gente que lee".