Aznar eludió ayer cualquier reconocimiento de responsabilidad en la "trama Gürtel", cuya sentencia precipitó la caída de Mariano Rajoy. Lejos de ello, el expresidente arremetió contra quienes estos días recuerdan que él estaba al frente del partido mientras ocurrían los hechos ahora sentenciados. Considera que estos día se dijeron y escribieron acusaciones muy graves con las que, entiende, se intenta manchar su trayectoria personal y política.

Respecto al problema de la corrupción, recordó que hace tres años, en una convención del PP, advirtió que se trataba de un "cáncer" que no podían tolerar y que cada uno debe responder de sus actos.

Horas antes, en su despedida ante el comité ejecutivo, Mariano Rajoy dejó un sutil recado para su antecesor al frente del PP. "He intentado ser justo, proteger el buen nombre del partido y su trayectoria; he asumido mis errores y también los que no eran míos; y en muchas ocasiones me he callado para no alentar con mis palabras esta campaña de descalificación de la política, camuflada tras la máscara de una supuesta regeneración hecha a base de juicios paralelos y de liquidar la presunción de inocencia de las personas", expuso Rajoy en su intervención. Dejó además otro mensaje para buenos entendedores al señalar que tendrá con su sucesor la lealtad que "mis cuarenta años en el partido me exigen", reproche a las críticas que Aznar lanza al partido desde hace años.