Cuando el portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, subió ayer al hemiciclo para desgranar su respuesta al discurso del candidato Pedro Sánchez hacía ya unos cuantos minutos que se había difundido la noticia de que los nacionalistas vascos apoyarán hoy la moción de censura.

De modo que, a diferencia de otros portavoces, su intervención fue en gran parte la justificación de un respaldo que, pese a basarse en tan solo cinco diputados, ha acabo siendo crucial para desalojar a Mariano Rajoy de la presidencia del Gobierno.

Tal vez por eso, Esteban comenzó explicando que el PNV nunca ha tenido "vocación de gobernar España" -más adelante había de repetirlo- y deslizó una queja sobre la especial responsabilidad que ha recaído sobre su grupo: "No echen sobre nuestras espaldas este peso", pidió.

"Voto incondicional"

El portavoz peneuvista constató que Sánchez reclama un "voto incondicional", por lo que, amagando una cierta rebelión, le hizo dos peticiones: que consensue la fecha de las elecciones y que abra un diálogo con la Generalitat en el que se reconozca que en Cataluña hay "un problema nacional".

La fecha de los próximos comicios es, tras el cumplimiento de los Presupuestos Generales del Estado, la principal preocupación del PNV.

Sobre el futuro Gobierno socialista, lo despachó con un compasivo "no le arriendo la ganancia", por tener que "lidiar" con un Podemos que "le va a poner las cosas difíciles", un Cs "hostil" y un PP "enrabietado".

Esteban auguró que el nuevo Ejecutivo será "débil, difícil y complicado" y que el Congreso se convertirá en "un pim pam pum continuo".

El diputado del PNV entró entonces en las justificaciones, partiendo de la base de que votaran lo que votaran los nacionalistas vascos, se les calificaría de "encubridores de la corrupción", si se oponían al candidato, o de "desestabilizadores", en el caso de respaldarlo.

Pero su decisión se basó, dijo, en consideraciones de ética política y de responsabilidad, y en "una demanda de la sociedad vasca" tras una sentencia, la del "caso Gürtel", que "trasciende lo jurídico". El portavoz del Partido Nacionalista Vasco remachó esta afirmación con un rotundo: "Y quien no lo entienda, no entiende la situación".

Réplica

La réplica de Sánchez, marcada por una cómplice amabilidad, tuvo alabanzas a "la capacidad de la política vasca de trabajar en la diversidad y la fragmentación" -el PSOE vasco es socio del PNV en el Gobierno de Vitoria-, que ahora son las realidades que dominan el Congreso de los Diputados.

Y tuvo su punto culminante cuando el candidato, agradecido, prometió al minúsculo grupo parlamentario vasco que será su "socio preferente" en todos los cambios legislativos que acometa en los meses venideros.