El líder de Podemos, Pablo Iglesias, consumó ayer el deslizamiento operado desde su inicial apoyo "sin condiciones" a Pedro Sánchez hasta la propuesta de formar un Gobierno de coalición de izquierdas. En su intervención en el Congreso, Iglesias formalizó la propuesta al emplazar al líder socialista a tener "más dignidad", no presentarse como un "mal menor" y no permitir "burlas" de Rajoy por tener solo 84 diputados. En consecuencia, le propuso sumar sus fuerzas a las de Unidos Podemos y construir un Gobierno apoyado por 156 diputados.

"Tiene que tener más dignidad, no puede permitir que los corruptos le humillen", le espetó al secretario general del PSOE, a quien reprochó que no se haya comprometido a "limpiar los aparatos del Estado" y no haya presentado "un programa social" que no se limite a levantar los vetos de Gobierno.

A juicio del líder de Podemos, a Sánchez le faltó hablar de política sanitaria y medioambiental, y del respeto a los derechos civiles. "Tiene que hablar a los españoles, tiene que parecer presidenciable", enfatizó Iglesias, quien consideró que Sánchez no ofreció una respuesta a la cuestión territorial. Por ello le pidió reconocer que España es plurinacional y asumir el reto de construir un país "diverso". "Tiene que aspirar a ser un presidente que respeten los vascos, los catalanes y los españoles", exclamó.

La réplica de Sánchez fue templada y conciliadora, aunque no respondió directamente a la propuesta morada. El presidente in péctore propuso a Iglesias trabajar con "humildad" y "fuertes dosis de realismo", para no "quebrar expectativas". "Ojalá gane la izquierda las próximas elecciones", le dijo al líder de Podemos, a quien invitó a demostrar que ambos han "sabido gobernar en unas circunstancias difíciles" para que, cuando lleguen los comicios, "se vea que las izquierdas hemos hecho nuestros deberes".

Sánchez llamó a Iglesias a "conjugar esperanza con realismo" y las aspiraciones de los ciudadanos con una "senda posible en la que se vean cuáles son las diferencias entre las políticas progresistas y de izquierdas y las conservadoras. Ahí nos podemos encontrar", dijo. Para el socialista, que agradeció a Iglesias su "tono", su "generosidad" y su apoyo "sin haber negociado nada", la alianza en la moción es un "buen comienzo" para entenderse. "Es tanta la responsabilidad que tenemos, que hay que hacer las cosas bien", remachó.