Carles Puigdemont presentó finalmente su declaración de variación patrimonial, ante la amenaza del Ministerio de Hacienda de abrirle un procedimiento sancionador que podría suponer su inhabilitación. Puigdemont se resistía a declarar esos cambios, una obligación cuando se abandona un alto cargo, por considerar que sigue siendo presidente de la Generalitat, pese a que fue depuesto en octubre pasado. Su declaración refleja que en el tiempo que pasó al frente de la administración catalana tuvo un incremento patrimonial de 3.723 euros.