Las grabaciones del sistema de videovigilancia se destruyen automáticamente en un plazo inferior a 30 días, afirmaba ayer la cadena Eroski tras mostrar su sorpresa por la difusión del vídeo. "Alguien" tuvo que quedarse "con esa grabación", apostillaba el vigilante que hace casi siete años retuvo a Cifuentes. El guarda relataba ayer, en una cadena de televisión, sin identificarse, que recordada "perfectamente" cómo vio en las cámaras de seguridad a una mujer "rubia con un vestido azul" que "sacaba dos botes de su caja y se los metía en el bolso". El vigilante sostiene que Cifuentes "sabía lo que hacía". Cuando la pararon se mostró "segura", afirmó no haber hecho "nada" y al instarla a vaciar el bolso sacó solo un bote. Cambió de actitud al conocer que había una grabación. Empezó entonces "mostrarse insegura y decir que ella nunca había hecho eso antes". Primero Cifuentes aseguró que no pagaría. Después cambió de actitud, pero, según el relato del vigilante, explicó que carecía de efectivo. Al llegar la Policía Nacional, los agentes fueron informados de que Cristina Cifuentes pagaría los productos, por lo que no hubo denuncia.

La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) abrió ayer una investigación de oficio sobre la grabación de la expresidenta madrileña.