La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, deja en manos de Mariano Rajoy la decisión de dimitir por el escándalo de su máster por la Universidad Rey Juan Carlos, después de que el presidente del Gobierno no la defendiese el lunes explícitamente ni tenga previsto reunirse con ella una vez que regrese, hoy por la mañana, de Buenos Aires.

Cifuentes no piensa dimitir por propia iniciativa: está convencida de que no cometió ninguna irregularidad y dispuesta a resistir todas las presiones, incluidas las de algunos miembros del PP, con excepción de una: la del jefe del Ejecutivo y líder del partido.

Ella y su equipo no creen que los nombres que han empezado a barajarse para sustituirla sean una manera de presionarla, sino que forman parte de una estrategia "a futuro" del partido, para el hipotético caso de que la situación empeore y no quede más opción que renunciar al cargo.

Apuestan, pues, por "resistir" en la Presidencia y que Ciudadanos, llegado el caso, "se retrate" respaldando la moción de censura presentada por el PSOE, que debe votarse, según acordó la Mesa de la Asamblea de Madrid, entre este viernes y el 7 de mayo.

Sin embargo, esta estrategia choca con la mayor determinación que Ciudadanos está mostrando en este caso, a diferencia de lo ocurrido hace un año con el expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez. Su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, fue ayer muy claro sobre la moción de censura, que la formación de Pablo Iglesias avala. "Claro que podemos votar junto a Podemos, nosotros no somos sectarios". Eso sí, por boca de su secretario general, José Manuel Villegas, el partido de Albert Rivera se esforzó en negar que su anunciado apoyo a los Presupuestos de 2018 esté supeditado a que el PP fuerce la renuncia de Cifuentes.

Pero el PP insiste: hay tiempo hasta el 7 de mayo, fecha límite para la moción de censura, y ahora mismo no tiene tomada ninguna decisión sobre el caso de la presidenta madrileña, salvo que sea ella misma la que la tome. Y mucho menos está buscando candidatos alternativos, tal como exige Cs para no terminar secundando la censura del PSOE.

Todo lo contrario de lo que le "consta" a Rivera: que el PP está buscando discretamente la forma de sustituir a Cifuentes, para lo cual necesita "tiempo y justificación interna". "Comprendo que no quieran airear su quiniela o su batalla interna", dijo el líder de Cs, antes de instar a los populares a sacar a la luz -"cuanto antes mejor"- "esos nombres que están barajando".

En el polo opuesto, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, reclamó a Rivera que "no busque una salida al PP" en Madrid, sino a la "situación de excepcionalidad" de esa región, para lo cual basta con que "tan solo un diputado" de Ciudadanos apoye la censura contra Cristina Cifuentes.