El PP orienta hacia los socialistas sus presiones para aprobar los Presupuestos Generales para este año ante la resistencia del PNV a respaldar las cuentas del Gobierno mientras no se normalice la situación política en Cataluña. Los populares no están solos en esa estrategia y ayer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, reclamaba al PSOE "sentido de Estado" para aportar diputados a la mayoría necesaria para que haya un presupuesto nuevo.

PP y Ciudadanos coincidieron también en el ataque al PNV por su rechazo a reeditar el acuerdo que permitió sacar adelante los Presupuestos Generales del año pasado. El vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, y Rivera usaron el mismo término, "chantaje", para referirse a la actitud de los nacionalistas vascos, pero el término tiene matices distintos según quién lo use. El líder de Ciudadanos aprovechó para reprochar, una vez más, a los populares el alto precio que, a su juicio, pagaron por el respaldo peneuvista en el ejercicio pasado. "Los nacionalistas no son de fiar y tratan de chantajear las políticas nacionales por su interés nacional", manifestó Rivera, extrañado de que ahora el PP "se lleve las manos a la cabeza" por la posición del PNV.

Maroto acusó a los peneuvistas de preocuparse solo "de los independentistas vascos" al anteponer la situación catalana y el levantamiento de la intervención en aplicación del 155 por delante del "conjunto de Euskadi". El vicesecretario del PP fue muy directo al afirmar en una entrevista radiofónica que "si yo fuera Pedro Sánchez, prestaría cinco votos del PSOE al azar para eliminar ese chantaje del PNV".

"Somos un partido serio, frivolidades ninguna", respondió pronto el secretario general de los socialistas. Tras la reunión semanal de la dirección del partido, Sánchez explicó que el equipo económico de la Ejecutiva Federal analizó con detalle el proyecto que hoy llegará a las Cortes Generales, y argumentó el rechazo de los socialistas. "Llegan tarde y mal", con seis meses de retraso y sin garantía de superar el trámite parlamentario; son "continuistas", "coherentes con la política de recortes de Rajoy" y constituyen un intento de consolidar un Estado social "mínimo", enumeró Sánchez. Los socialistas insisten en que sin Presupuestos Generales la legislatura se terminó y no cabe acogerse de nuevo a la prórroga presupuestaria. El secretario general del PSOE considera que el presidente Rajoy "tendrá como mínimo que someterse a una cuestión de confianza", porque será un Gobierno "agotado y finiquitado".

Pese al buen momento que las encuestas atribuyen a Ciudadanos, Albert Rivera no desvela las intenciones de su partido si el Gobierno fracasa en su intento de sacar adelante las cuentas. "No entiendo por qué el PSOE está en la irresponsabilidad. No puede ser que los nacionalistas nos condicionen y el PSOE lo apoye", insiste el líder de Ciudadanos antes de mostrar su confianza en que los socialistas se avengan a respaldar los números del Ejecutivo o que el PNV vuelva a la concordia presupuestaria. "Pido al Gobierno que, si tiene que negociar, que negocie", afirma Albert Rivera.