Carles Puigdemont piensa que otras elecciones en Cataluña no serían "ninguna tragedia", pero la consigna que dio ayer a los diputados de Junts per Catalunya (JxC), con los que se reunió en un hotel de Bruselas, es que hay que evitarlas. Al menos por ahora. Y no solo eso: el expresident catalán insistió en que el candidato debe seguir siendo Jordi Sànchez, aunque el juez Llarena del Supremo no le dé permiso para salir de prisión y asistir al debate.

Estas son las ideas que transmitió Eduard Pujol al término de la reunión. Y el portavoz adjunto de JxC en el Parlament no pudo ser más claro. "No se ha planteado ningún nombre que no sea el de Jordi Sànchez. Tenemos el tiempo para investirlo y el marco legal". Y también: "No queremos elecciones. No es el escenario en el que hemos trabajado (en la reunión). Cerramos la puerta a este escenario porque habrá un Govern con presencia de JxC".

Garantizar un gobierno

Para Pujol, tan perentorio es "hacer gobierno" como "garantizar la república". Y lo razonó: "Sin gobierno no puede haber república", pero "trabajando solo por la república no se garantiza un gobierno". El segundo aserto fue un mensaje cifrado para la CUP, que sigue sin moverse de la abstención ante una hipotética investidura de Sànchez.

Y peor aún si se trata de Jordi Turull, a quien nadie mentó ayer, pero que es el hombre llamado a reemplazar al todavía candidato. Turull tiene una ventaja: está en libertad provisional, por lo que puede acudir al Pleno de investidura. Y un inconveniente: está muy ligado orgánicamente al PDeCAT y abjuró de la vía unilateral para poder salir de prisión, algo que los "cuperos" no pueden ver con buenos ojos.

"Peor nos lo ponen", resumió ayer el jefe de filas de la CUP, Carles Riera, tras decir que el nombre del candidato es una cuestión secundaria. Lo importante es que haya "un plan de Govern republicano". "Cada vez que renunciamos a la soberanía del Parlament y reconocemos potestad al Tribunal Constitucional, desconfiamos más de la voluntad republicana del Parlament".

Los cuatro votos de la CUP son imprescindibles porque, tal como reconoció ayer Pujol, Puigdemont y Toni Comín (ERC) no pueden delegar el voto y, para que la suma de diputados de JxC y Esquerra siga sumando la mayoría de 66, sería necesario que el expresident y Comín renunciaran al acta.