La CUP enfrió ayer las expectativas de un acuerdo inminente de las fuerzas soberanistas para investir a Jordi Sànchez, en prisión, como nuevo presidente de la Generalitat. El diputado Carles Riera ve el acuerdo "lejos o muy lejos" y además tiene "serias dudas" de que Junts per Catalunya (JxC) y ERC tengan "voluntad de materializar la república".

Por eso la CUP reclamó ayer a Esquerra y a la "lista del president" respaldo a una enmienda que presentarán al Pleno del Parlament mañana para que la Cámara "se reafirme y reitere en la declaración de independencia" del pasado 27 de octubre.

Es una de las aportaciones de los anticapitalistas a la propuesta de resolución de JxC para "legitimar" a Puigdemont -ya pactada con Esquerra- que se debatirá el jueves en el Parlament, cuando se cuenta con hacer públicos todos los detalles del acuerdo.

La CUP también pone pegas a ese acuerdo. El contenido de la propuesta de resolución está "lejos" de sus planteamientos, pues "se focaliza en la restitución de la autonomía". Y Riera dejó claro que los diputados anticapitalistas se sientan en el Parlament para "retomar la tarea que quedó interrumpida".

Los cuatro votos "cuperos" son esenciales, dado que Cs, el PSC, los "comunes" y el PPC votarán en contra, sumando 65 escaños, y JxC y ERC reúnen 66, pero no tienen asegurado el voto de cuatro diputados (Oriol Junqueras y Sànchez, en prisión, y Puigdemont y Toni Comín, huidos a Bélgica).

"Más de un mes de espera"

Riera advirtió también que su partido no suscribirá ningún acuerdo con JxC y ERC sin que su consejo político, que se reúne este sábado, dé su aprobación. "Hemos esperado más de un mes, casi dos, para un acuerdo, y no se puede pretender que en una semana la CUP firme ese acuerdo", avisó Riera.

Los "cuperos" abandonaron las negociaciones hasta que las otras dos fuerzas encarrilaran un acuerdo y no se reincorporaron hasta el pasado viernes.

Esquerra y la lista de Puigdemont pretenden presentar a la investidura a Jordi Sànchez, expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y "número dos" de JxC, preso en la cárcel de Soto del Real, y "legitimar" a Puigdemont, primero en el Parlament y después en un acto en Bruselas. Sin embargo, según han adelantado ya varios medios, el juez Llarena del Supremo no dará permiso a Sànchez para que acuda al debate de investidura. Permiso que sí obtuvo en 1987 el etarra Juan Carlos Yoldi, elegido en las listas de Herri Batasuna, para presentarse a lendakari. La diferencia es que el Yoldi no tenía opción de ser elegido y Sànchez sí.

Ante el previsible fracaso de esta alternativa, se da por hecho que el sustituto sería el diputado Jordi Turull (JxC), en libertad provisional, y que podría desempeñar el cargo hasta la celebración del juicio a los rectores del "procés", en otoño.

El principal escollo en las negociaciones es el reparto del departamento de comunicación del Govern, que la pasada legislatura se dividieron al 50%. Ahora ERC quiere asumirlo en su integridad.