La Benemérita ha incorporado 4 unidades de Toyota Prius para prestar servicio en las carreteras españolas. Tráfico ha argumentado que la elección de este vehículo se produce "por su eficiencia, reducido consumo de combustible y sostenibilidad medioambiental", además de su sonido casi imperceptible. Los modelos más recientes de esta marca parten de unos 30.000 euros que, comparado con otros países, son una ganga para el Instituto Armado. Claro que, si se mide a otros, es un auténtico despilfarro.

En el primer grupo se sitúa la región italiana de Bolonia, donde los coches de sus fuerzas de seguridad son de la inalcanzable casa Lamborghini. En abril del año pasado, los agentes recibieron el Huracán Polizia, una versión del deportivo con el que comparte nombre y que cuenta con un motor motor V10 de 610 caballos de potencia y tracción en las cuatro ruedas. Todo ello bajo un diseño espectacular.

La policía de Austria cuenta en su arsenal con el Porsche Carrera 911, que alcanza los 300 kilómetros por hora. El mismo modelo también se encuentra en los garajes de los agentes alemanes, pero no es la única pieza de colección con la que cuentan. En el stock también hay varios Mercedes CLS con motor V12 S, con 730 caballos de potencia y una velocidad máxima que supera los 200 kilómetros por hora.

Scotland Yard presume de varia piezas de lujo en su parque móvil. Desde un BMW 330d berlina, de 245 caballos de potencia, hasta un Lexus IS-F, con un motor de 416 CV. Incluso un Lamborghini Murciélago, valorado en unos 400.000 dólares.

En lo más alto de la lista se encuentra Dubai, que entre varias marcas deportivas exclusivas incluye un Bugatti Veyron. El vehículo estableció un récord de velocidad en 2010 tras llegar a los 431 kilómetros por hora. No solo es un clásico del programa 'Top Gear', sino que su precio es solo apto para un puñado de personas en todo el mundo: 4 millones de dólares.

Y frente a los excesos del Golfo Pérsico, el tiempo se ha parado en los coches cubanos. La policía de la isla sigue portando el mítico Lada, de fabricación rusa. Pese a su aspecto avejentado, el Lada Riva podía alcanzar una velocidad máxima próxima a los 160 kilómetos por hora. La fábrica también construyó los coches de la policía en Rusia hasta el año 2005.