La expresidenta de la Comunidad de Madrid (2003-2012) y del PP madrileño Esperanza Aguirre rompió ayer su silencio de los últimos días para anunciar, en una entrevista radiofónica, que no se querellará contra "las mentiras" de su exconsejero de la Presidencia Francisco Granados (2003-2011), porque no tiene "nada de lo que esconderse" ni tampoco "dinero para pagar abogados". Aguirre consideró, además, que la querella no prosperaría.

El pasado lunes, en su comparecencia en la Audiencia Nacional, Granados acusó a Aguirre de ser la responsable última de la financiación ilegal del PP durante sus años de mandato. En concreto, Granados sostuvo que en las elecciones autonómicas de 2007 hubo una doble financiación, la legal y la que llevaba personalmente Aguirre en dinero negro. En esa comparecencia, Granados aseguró que en la Comunidad de Madrid no se aprobaba un proyecto sin que tuviera el visto bueno personal de Aguirre.

Frente a esto, la expresidenta madrileña aseguró ayer que Granados lanza sus acusaciones "sin pruebas" y sostuvo que jamás vio las cuentas del partido, porque para eso en el Partido Popular había cuatro personas encargadas: el secretario general (Granados), el gerente, el tesorero y el contable. En su opinión, de haber alguna irregularidad en las campañas sería cosa de Granados, que no solo era el secretario general del PP madrileño sino también el jefe de campaña.

La negativa de Aguirre a querellarse con Granados contrasta con la iniciativa adoptada la pasada semana por la actual presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, a la que el principal implicado en la "trama Púnica" acusó de corrupción en connivencia con el también expresidente Ignacio González durante el tiempo en el que mantuvieron una relación sentimental. Aguirre, González y Cifuentes fueron los tres objetivos contra los que Granados disparó su munición más pesada hace una semana.

Aguirre se mostró segura de que el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, cree en su presunción de inocencia. "Si no, no me hubiera nombrado todas las cosas que me ha nombrado a lo largo de su presidencia", remachó. La exlíder madrileña reveló que estos días ha intercambiado mensajes con Rajoy y Cifuentes, pero ha precisado que de González y Granados no sabe nada.

Al preguntársele si Rajoy le llegó a advertir contra Granados y González, Aguirre se limitó a decir que ninguno de los dos fue "santo de su devoción". "Tampoco voy a decir que yo lo fuera, pero teníamos buena relación personal, a los otros ni los trataba", añadió.