El exalcalde de Marbella (Málaga) Julián Muñoz vuelve a estar internado en un centro de inserción social (CIS) después de que se le haya retirado el control o dispositivo telemático que tenía desde febrero del pasado año y que le permitía dormir en su casa y no tener que acudir a establecimiento penitenciario.

Su letrado en asuntos penitenciarios, Antonio José García Cabrera, ha señalado que se le comunicó por teléfono a Muñoz que fuera al CIS y desde las 12.00 horas permanece en dicho lugar, aunque "no le han notificado ninguna resolución de los motivos de la decisión, sólo que tiene que permanecer allí".

García Cabrera ha indicado que "no le han puesto horario de salida, por lo que no podrá hacerlo" por el momento, apuntando que se va a recurrir porque "no se ha cometido infracción alguna para revocarle" el control telemático y, además, dicha decisión "es arbitraria, ya que no se le ha comunicado ningún motivo".

Esto se produce después de que hace unos días hayan aparecido unas imágenes en las que aparece Julián Muñoz bailando sevillanas en un bar.

El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional acordó el año pasado que el exalcalde marbellí cumpliera la condena que le queda fuera del CIS, residiendo en su domicilio y estableciéndose un control telemático, en atención a su estado de salud y circunstancias.

De esta forma, se aplicaba un tercer grado "acorde con el estado de salud y la situación personal del interno", que, "sin que se convierta en una suerte de arresto domiciliario", le exime de pernoctar en el centro, pero estableciéndose un control telemático y teniendo que acudir al establecimiento penitenciario el tiempo que se determine para entrevistas y controles.

El juez tuvo en cuenta los informes médicos de Muñoz, en los que se señala que presenta pluripatología crónica de carácter cardiovascular metabólico y respiratorio, "que no es previsible mejoría" y que su pronóstico vital "es desfavorable a medio plazo", apuntando que precisa de controles médicos "de por vida"; de forma que se señala que la patología "es crónica e irreversible".