El "número tres" del PSOE, José Luis Ábalos, reconoció ayer que la propuesta del líder del PSC, Miquel Iceta, de proponer indultos para los líderes independentistas catalanes -cuando hubiera una condena firme en su contra- generó "cierta desconfianza" entre los votantes contrarios a la independencia sobre "la capacidad del PSC para estar claramente alineado en la posición de beligerancia que se estaba exigiendo en ese momento".

Ábalos no cree que la idea de Iceta fuera "determinante" para frenar las expectativas electorales del PSC, que s0lo logró subir un escaño (de 16 a 17), ya que esa "desconfianza" en los socialistas ya existía en parte del sector antiindependentista antes del 21-D.

El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, eximió ayer a Mariano Rajoy de responsabilidad en la debacle del partido en las elecciones catalanas. El presidente "no se estaba examinando", dijo Maíllo, que, mientras tanto, redobló la presión sobre Ciudadanos, ganador de los comicios en votos y escaños, para que intente formar Gobierno. Maíllo arremetió en un tuit contra esta decisión de Cs ("alergia a gobernar y decidir se llama") y le reconvino por "esconderse" y no aprovechar las "disensiones" entre ERC y Puigdemont.

Poco antes, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, había dejado claro que su partido no abrirá conversaciones para intentar formar Gobierno.