El exconsejero de Presidencia Jordi Turull acudió a una comisaría de la Policía Nacional de Barcelona para pedir renovar el pasaporte, al tener caducado el anterior, apenas unas horas después de que el juez del Supremo Pablo Llarena se lo retuviera para dejarlo en libertad bajo fianza.

No lo logró porque los funcionarios le advirtieron de que tenía el documento retenido judicialmente. De hecho, fueron los agentes los que pusieron en conocimiento del juez el intento infructuoso de Turull de renovar el pasaporte.

En un escrito dirigido a la sala segunda del Supremo el pasado martes, al que tuvo acceso Efe, la defensa de Turull comunicó a Llarena que el exconsejero tenía el pasaporte caducado y que se lo había entregado a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que lo investigaba por rebelión antes de que el Supremo asumiera la causa.

Asimismo informaba de que había pedido cita para renovar el documento y que lo entregaría "tan pronto" como lo tuviera "en su poder". La cita para la renovación era ayer a las 09.24.