La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, no ocultó ayer el malestar de su partido por el retraso en el inicio de los trabajos de la comisión del Congreso sobre el modelo autonómico, de la que ella es portavoz.

Lastra juzga un "error" que la "derecha" demore el comienzo de las audiencias por una cuestión meramente electoral (las elecciones catalanas del 21-D). "Este país no merece juegos de trileros", señaló, molesta.

Lastra lamentó que en la primera reunión de la Mesa y los portavoces de la comisión, celebrada ayer, el PP, Cs y UPN impidieran que el 4 de diciembre comparezcan los tres padres de la Constitución que aún siguen vivos como quería el PSOE.

Por otro lado, Podemos abre hoy en Córdoba su debate sobre la necesidad de un proceso constituyente, y lo hace después de que la diputada Carolina Bescansa -que discrepa abiertamente de la dirección de Pablo Iglesias sobre la cuestión territorial- se adelantara ayer presentando un plan de reforma constitucional que la cúpula recibió con frialdad.

Bescansa propone convertir el Senado en una cámara territorial con competencia exclusiva en la distribución de la financiación autonómica y el cálculo del cupo.

Propone delimitar las competencias del poder ejecutivo frente al legislativo y el judicial, de tal manera que el Gobierno no podría acudir al Senado para aprobar la aplicación del artículo 155 ni tampoco nombrar al fiscal general del Estado, competencia que reclama para el Congreso.

Plantea incluir un mecanismo de elección directa del presidente del Gobierno a través de sufragio universal en dos vueltas y con circunscripción única estatal. Y desarrolla en varias fases la forma de articular el derecho a decidir.

Bescansa animó a todos los espacios de la organización a incorporar a sus agendas sus tres propuestas "abiertas" a discusión y se ofreció "a explicarlas y defenderlas" donde se considere necesario.

No obstante, desde la formación morada diversas fuentes calificaron la propuesta de Bescansa como una "postura personal" y no del partido.