El presunto cabecilla de la trama "Gürtel" de financiación ilegal del Partido Poipular, Francisco Correa, ofreció ayer, en la última sesión del juicio, "decir toda la verdad" en las causas de corrupción pendientes a cambio de su libertad. También pidió el indulto del juez Garzón, separado de la judicatura por irregularidades en la investigación del caso.

El presidente de la Sala, Ángel Hurtado, le indicó que la cuestión se salía del marco del juicio y no le dejó continuar, lo que Correa lamentó porque, dijo, iba a aportar "datos relevantes".

Correa fue trasladado desde la cárcel de Valdemoro (Madrid) hasta la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) para hacer uso de la última palabra durante 28 minutos. Después, el juicio, con 37 acusados, quedó visto para sentencia tras 125 jornadas (un año, un mes y 13 días).

Entre los acusados figuran el extesorero del PP Luis Bárcenas y el exconsejero de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo, que se enfrentan a una petición de 39 años de cárcel cada uno.

"Quiero hacer un ofrecimiento a la Fiscalía: mi total colaboración absolutamente de ahora en adelante en todas las causas pendientes", fue la oferta de Correa, para quienes las fiscales piden 125 años de prisión. Correa aclaró que le gustaría ir a declarar por sus propios medios, "no trasladado desde la cárcel".

¿Igual para todos?

Además, estimó que el principio de que "la justicia es igual para todos" no está siendo así ni para él ni para los otros dos acusados en prisión, el presunto número 2 de la trama, el exsecretario de Organización del PP gallego Pablo Crespo, y Álvaro Pérez Alonso "El Bigotes", que trabajaron en sus empresas y cuya honradez defendió.

Francisco Correa sostuvo que otros acusados de corrupción se encuentran en libertad y prometió que no se va a fugar, antes de apostillar: "¿Por qué estamos tratados como terroristas? ¿Qué hemos hecho de malo?".

"No tengo nada que ocultar, me da igual que me echen 200 o 300 años [de condena en la cárcel]. A veces las cosas no son como parecen y estoy dispuesto a aclararlo, ya no tengo absolutamente nada que ganar ni que perder, lo que quiero es solucionar este tema y que el país deje de hablar de esto", enfatizó Correa, antes de pedir a los magistrados que "no se dejen influir por las televisiones".