El independentismo barajaba restablecer el servicio militar obligatorio como una de los puntales de la defensa de la futura república catalana. Así lo refleja documentación incautada por la Guardia Civil en el registro de la Consellería de Economía y que formaba parte de los trabajos que, bajo la coordinación del vicepresidente Oriol Junqueras, servían para avanzar en el diseño de la estructura del nuevo estado.

Uno de los documentos, difundido ayer por "El Mundo", denominado "La Seguridad en la República Catalana. Primeros planteamientos" cifra en torno a los 22.000 soldados las necesidades militares de Cataluña. El elevado coste de una fuerza de esas dimensiones y los limitados recursos financieros harían recomendable volver a la "mili" obligatoria, que los autores del informe reconocen que sería impopular pero necesaria. "Hay que considerar que el servicio militar obligatorio tiene una imagen muy negativa entre los catalanes debido a la asociación mental que se hace con el Ejército español", señala el análisis. Sin embargo, sus autores son contrarios a un estado sin ejército y proponen como medida transitoria encomendar la defensa de Cataluña a fuerzas extranjeras por diez años.