Los partidos independentistas ofrecen a Ada Colau estabilidad en el Ayuntamiento de Barcelona, pero sin entrar en el equipo de gobierno municipal, como era el caso del PSC hasta que la militancia de Barcelona en Comú votó el domingo a favor de romper el acuerdo.

El líder de los republicanos en el Consistorio barcelonés, Alfred Bosch, reiteró la oferta de "sentarse a hablar de cómo garantizar la estabilidad" que hicieron junto al PDeCAT tras la aprobación de las medidas del artículo 155, el motivo esgrimido por los militantes para romper con el PSC.

Barcelona en Comú tiene 11 concejales, el PDeCAT 9 y ERC 5, con lo que suman mayoría en un consejo municipal de 41 ediles.

Además, la CUP, con tres actas, consideró que la ruptura del pacto de gobierno entre BComú y el PSC representa una "oportunidad para la ciudad" y ofreció a la alcaldesa mano tendida para impulsar políticas rupturistas, pero puño cerrado ante medidas continuistas.