La Guardia Civil ha dicho este sábado que el traslado a prisión de los exmiembros del Govern se produjo "dentro de la más absoluta normalidad", en respuesta a la denuncia del abogado de varios exconsellers por los supuestos "tratos vejatorios" antes de su entrada en la prisión de Estremera.

Así lo han dado a conocer hoy fuentes de la Guardia Civil, quienes también han manifestado que el trato que se les ofreció fue el que se da "en cualquier otro traslado" y "bajo el criterio técnico del jefe de la conducción"

"Los agentes siguieron a rajatabla el protocolo indicado para estos casos, que indica que el engrilletamiento debe practicarse por detrás", han matizado.

Además, han destacado, ni el exvicepresident de la Generalitat Oriol Junqueras ni ningún exconseller manifestó "ningún tipo de queja o disconformidad sobre las condiciones en las que se producía el transporte".

"Durante 2016, la Guardia Civil practicó más de 50.000 conducciones, sobre las que únicamente recibió 6 quejas menores, relacionadas con la supuesta incomodidad de los asientos o la falta de aire acondicionado, entre otros", han matizado las mismas fuentes.

El abogado de varios exconsellers encarcelados, Jaume Alonso-Cuevillas, denunció el viernes este trato "vejatorio" que recibieron antes de su entrada en prisión, así como que la policía hizo desnudarse a dos de ellos, y que el exconseller de Justicia, Carles Mundó, tuvo que ser atendido por heridas en la muñeca.

En declaraciones a RAC1, Alonso-Cuevillas explicó que hacia las 10.00 de la noche del pasado jueves los exconsellers llegaron a la prisión de Estremera en ayunas, tras estar esposados muchas horas en una furgoneta, "con un trato vejatorio" y que, al llegar, la policía hizo desnudarse a dos de ellos "como si fuesen traficantes de droga".