Tanto el PP como el PSOE llamaron ayer a respetar la decisión de la juez Lamela de encarcelar al exvicepresidente y a siete exconsejeros de la Generalitat. Sin embargo, desde las filas socialistas catalanas (PSC) se matizó que, aunque respetan y acatan el auto judicial, consideran "desproporcionada" la decisión de la magistrada de la Audiencia Nacional.

"La medida cautelar de prisión incondicional para los miembros del anterior Govern que se han presentado ante la justicia es desproporcionada", afirmó el PSC en un escueto comunicado de corte muy similar al emitido cuando la juez dictó idéntica medida contra los presidentes de la ANC, Jordi Sànchez, y de Òmnium, Jordi Cuixart. El mismo adjetivo fue empleado por el exlíder del PSC y expresidente de la Generalitat José Montilla.

El presidente de Ciudadanos Albert Rivera respaldó el encarcelamiento, al afirmar que si uno "desacata permanentemente la ley y a los tribunales, a lo mejor un juez te imputa, te llama a capítulo y a lo mejor decide que no puedes estar en libertad si no eres capaz de respetar las leyes".

"Se lo advertimos desde la tribuna del Parlament, se lo dijo Inés Arrimadas: esto es ilegal. Se lo advirtieron los letrados del Parlament y pasaron por encima. Se lo advirtió el Consell de Garantías Estatutarias y pasaron por encima. Se lo advirtió el Tribunal Constitucional en varias sentencias y las ignoraron y se saltaron las leyes", resaltó Rivera.

De opinión completamente contraria fue el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien escribió en un tuit: "Me avergüenza que en mi país se encarcele a opositores. No queremos la independencia de Cataluña pero hoy decimos: libertad presos políticos".

Por su parte, el lehendakari, Íñigo Urkullu, consideró que la decisión de Lamela es "la peor que se podía haber tomado" porque puede ser "contraproducente" y revela que "falta una inteligencia política absoluta en el Estado español".