La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, defendió ayer la decisión de la dirección de su grupo parlamentario de nombrarla miembro de la Comisión Constitucional, en sustitución de la diputada Carolina Bescansa, porque la relevancia que va cobrar este órgano ante la posible reforma de la Carta Magna requiere que en ella estén los dirigentes encargados de la toma de decisiones en el partido, y ella ya no lo es.

"La dirección del grupo hemos considerado que dado que se va a empezar a debatir una reforma de la Constitución, los miembros de la dirección debían estar ahí", explicó a preguntas de los medios en rueda de prensa tras la Junta de Portavoces.

Según Montero, era necesario llevar a cabo este cambio para que "las personas que han sido elegidas por los inscritos para formar parte de los espacios de decisión en Podemos" estén en esa Comisión Constitucional, un órgano fundamental en la actividad parlamentaria, que va a cobrar todavía más peso esta legislatura con la previsible reforma de la Constitución que se planea lleva a cabo.

De este modo, la portavoz hizo referencia al hecho de que Bescansa ya no forma parte de ningún órgano de dirección del partido morado, ya que decidió no presentarse en ninguna lista en la Asamblea de Vistalegre de enero de 2017; aunque colabora con la comisión en la realización de encuestas.