El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mostró ayer su coincidencia con el Partido Socialista al manifestar su disponibilidad a encontrar una salida dialogada al conflicto secesionista catalán siempre que incluya "cesiones totalmente imposibles" que afecten a la soberanía nacional.

En una respuesta al portavoz del PDeCAT en el Senado, Josep Lluis Cleríes, el presidente del Gobierno recomendó al partido catalán que "haga autocrítica si no quiere desaparecer".

"Liquidar la Constitución"

"En dos días han pretendido liquidar la Constitución Española, el Estatuto, fabricar una nueva legalidad y liquidar la soberanía nacional y 500 años de historia", reprochó el presidente del Ejecutivo a Josep Lluis Cleríes, quien lo responsabilizó de haber provocado "la mayor crisis institucional del Estado español".

El portavoz socialista en la Cámara Alta, Ander Gil, atribuyó a Rajoy una parte de culpa "en la fractura social, emocional y democrática" en que se encuentra inmersa en la actualidad Cataluña como resultado de su "inmovilismo político".

Declaración de Barcelona

El presidente del Gobierno rechazó asimismo hablar de posibles errores y aseguró compartir la bases del diálogo que proponen los miembros socialistas, la denominada "declaración de Barcelona", que incluye puntos de partida, a su juicio, "muy razonables".