Salah el Karib, uno de los cuatro detenidos tras los atentados de Cataluña y responsable del locutorio de Ripoll (Girona) donde miembros de la célula yihadista compraron billetes de avión, ha asegurado que ha sido una víctima en todo lo sucedido y que está en contra del terrorismo.

El karib, de 34 años, ha salido de su casa, en la calle Pont d'Olot de Ripoll sobre las 10.45 horas, y se ha montado, con su hijo de dos años en brazos, en un vehículo monovolumen aparcado frente a la puerta de su casa.

Antes de subir al vehículo, la mujer de El Karib, Halima, ha balbuceado: "está mal... No sé por qué víctimas". Ella se ha quedado finalmente para atender a los periodistas que hacían guardia en la puerta de la casa familiar.

"Dice (su marido) que es una de las víctimas y no tiene nada que ver" con lo sucedido, ha subrayado la esposa de El Karib, quien ya desde el momento de su detención el viernes aseguró que su marido era "inocente".

"Él ha explicado todo a la policía, que ya han encontrado que no tiene nada que ver con eso y es lo más importante, y se lo agradece muchísimo al juzgado y a los Mossos", ha añadido.

En esta línea, ha explicado que su marido le ha contado que "le han tratado súper-bien, que está muy contento", y en cuanto a los Mossos que para cualquier ayuda que necesiten "aquí estoy", ha dicho.

Refiriéndose a los atentados, Halima ha mantenido que "no tenemos nada que ver con esto, somos víctimas", y ha añadido: "Nosotros estamos en contra del terrorismo".

"Sentimos mucho lo que pasó"

Halima, que ha dicho conocer a los jóvenes terroristas "de vista porque son del pueblo", ha asegurado que "sentimos mucho lo que pasó en Barcelona".

Según ella, Salh El Karib está muy tranquilo porque los Mossos le han dicho que no tienen nada contra él.

La esposa de El Karib ha asegurado que van a seguir viviendo en Ripoll, donde él regenta un locutorio desde hace cuatro años. "No tengo adónde ir y no tenemos nada que ver; yo me quedo aquí porque somos unas de las víctimas".

Tras atender a los periodistas en la puerta de su edificio, Halima ha dicho que la estaban esperando y se ha ido andando hacia el centro de la localidad.

En el auto de libertad, el juez Andreu afirma que no se ha constatado su relación con los integrantes de la célula terrorista, le impone como medidas cautelares la obligación de comparecer todos los lunes ante el juzgado, fijación de domicilio y prohibición de salir del territorio nacional, por lo que ha tenido que entregar el pasaporte.