María José Carrascosa aterrizó ayer por la mañana en el aeropuerto de Manises más de dos años después de obtener la libertad condicional a finales de abril de 2015. Tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, la valenciana tenía previsto regresar este mes de agosto tras nueve años encarcelada en el estado de Nueva Jersey y tras esperar a cumplir con la Justicia americana hasta el último momento. «Ya se ha acabado; ya está». «Ahora a empezar la nueva vida y adelante», explicó sobre sus planes para los próximos días.

La letrada valenciana llegó al aeropuerto pasadas las 11.00 horas tras cumplir la condena de 14 años de prisión en EE UU por secuestro de menor y desacato a la autoridad. «Gracias a España por haber estado todos apoyándome de la forma en la que habéis estado apoyándome», manifestó nada más pisar València una vez finalizado lo que calificó como un «calvario horrible».

«Estoy muerta. Tengo ya ganas de llegar a casa y abrazar a mi hija», esas fueron las escuetas palabras que pronunció en el aeropuerto antes de subirse a un minibus junto a su padre, que la estaba esperando, y un amigo. Su madre tuvo que quedarse en casa ya que se encuentra delicada de salud, junto a su nieta.

El padre de Carrascosa se mostró feliz de tenerla de vuelta en casa. «La vez anterior que vine al aeropuerto vine a traer a mi hija, que se iba para 21 días a un tema a EE UU y se han convertido en once años los que hemos tardado en reencontrarnos», lamentó Pepe.

Un largo periplo judicial

En enero de 2005, en pleno litigio sobre la custodia de la hija que tuvo con su exmarido, Peter W. Innes, Carrascosa abandonó su domicilio de los EE UU llevándose consigo a la pequeña de cinco años. Aunque la Justicia española le concedió la custodia en julio de ese mismo año, la valenciana fue detenida tras regresar en noviembre de 2006 a los Estados Unidos.

Un tribunal de Nueva Jersey le retiró el pasaporte y le prohibió abandonar el país. Al negarse a colaborar entregando a la niña, quien no ha vuelto a pisar suelo americano, la abogada valenciana fue encarcelada y juzgada. En diciembre de 2009 fue condenada a catorce años de prisión por los delitos de secuestro de menor y desacato a la autoridad.

Cumplida buena parte de su pena se le concedió en abril de 2015 la libertad condicional. No obstante, desde que salió de prisión únicamente se ha podido comunicar con su hija por videoconferencia. Desde ayer ambas pueden por fin volver a estar juntas.